El soberanismo retrocede por la debacle del PDeCAT y pierde la mayoría absoluta

El desafío permanente al Estado del presidente de la Generalitat, Quim Torra, las tensiones internas que sacuden a su Gobierno y las protestas de los funcionarios públicos en Cataluña pasan factura al bloque independentista, según pone de manifiesto la encuesta de NC Report que hoy publica LA RAZÓN. Lo hace hasta el punto de que PDeCAT, ERC y la CUP perderían la mayoría absoluta de la que disfrutan en la actualidad en la cámara autonómica, en el caso de que se celebrasen hoy elecciones. La debacle del PDeCAT –el partido de Torra y de Carles Puigdemont–, que perdería, desde los comicios de 2017, más de un tercio de sus votantes, lastraría las opciones de reeditar un Ejecutivo como el actual. ERC, por contra, mejora su resultados y sería el grupo con más escaños en el Parlament. Ciudadanos volvería a ser la fuerza con más votos y mejoraría su representación parlamentaria, como también lo harían tanto el PSC como el PP.

La encuesta dibuja un escenario marcado por el crecimiento de la abstención –en más de 4,5 puntos– y por las dificultades para articular una mayoría parlamentaria que pudiera sostener al futuro gobierno. De hecho, ninguno de los tres bloques con posibilidades de sumar sus fuerzas llegaría al umbral de los 68 escaños, que suponen la mitad más uno de los diputados: los grupos independentistas lograrían 66 asientos en la cámara autonómica –cuatro menos que en 2017–; los constitucionalistas –Cs, PSC y PP– se quedarían en 61 diputados pese a tener cuatro más que en las últimas elecciones; mientras que un eventual tripartito de izquierdas, integrado por ERC, PSC y los Comunes –la marca de Podemos en Cataluña– sumaría 65.

En este contexto, Inés Arrimadas, la líder de Ciudadanos, volvería a ser, como ya ocurrió en los comicios celebrados durante la aplicación del artículo 155, la más votada en las urnas con más de un millón de votos. Pese a este resultado y como consecuencia de la bajada en la participación, el partido naranja se dejaría más de 78.000 apoyos respecto a la última cita con las urnas. Fruto del reparto de los escaños en las cuatro provincias, su victoria en número de votos no implicaría ser el grupo parlamentario con más diputados, ya que obtendría 37 mientras que ERC –con 37.000 votos menos– sumaría 38. El partido de Oriol Junqueras sería el principal beneficiado del hundimiento del PDeCAT, ya que obtendría seis escaños y casi 60.000 votos más que en 2017.

La cruz de este sondeo para el secesionismo la representaría precisamente el partido de Torra y Puigdemont: lograría 23 diputados y 612.000 votos, o lo que es lo mismo, 11 escaños y 336.000 apoyos menos. Este terremoto para el partido que actualmente lidera el Gobierno catalán es especialmente relevante por el hecho de que los comicios autonómicos se celebraron hace tan solo un año, en diciembre de 2017.

Los dos grandes partidos a nivel nacional mejorarían sus resultados, aunque de forma tímida. El PSC –que ha virado en estos doce meses de apoyar la aplicación del artículo 155 junto a PP y Cs a respaldar la política de distensión abanderada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez– sumaría ahora 19 diputados, dos más que en 2017. El PP, por su parte, obtendría menos votos que en las últimas autonómicas aunque subiría un diputado, hasta lograr cinco.

Ante un panorama en el que ninguno de los bloques llega a la mayoría absoluta, Podemos podría recuperar su condición de fuerza decisiva en Cataluña. Los Comunes –la marca de los de Pablo Iglesias en esta región– mantendrían sus actuales 8 diputados. Esta representación les permitiría, llegado el caso, a actuar como árbitro entre el bloque independentista y el constitucionalista. Finalmente, la CUP, crecería en votos y en escaños hasta lograr cinco asientos en el Parlament. El partido revelación de las últimas elecciones andaluzas, VOX, no obtendría representación parlamentaria aunque, según la encuesta, su grado de penetración entre la sociedad catalana le permitiría superar los 83.000 votos, procedentes en su inmensa mayoría, de ex votantes del Partido Popular.

La abstención marcaría los resultados, ya que, por ejemplo, el 13% de los ex votantes del PDeCAT, el 17% de los de Podemos y el 11% de los de la CUP optarían en estos comicios por quedarse en casa y no acudir a las urnas.

Fuente: La Razón

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