Los votantes del PP miran más hacia el futuro que hacia el pasado. Prefieren que el mantra de que Pablo Casado es un líder sin «tutelas» sea un hecho efectivo más que un eslogan, que ni Mariano Rajoy ni José María Aznar interfieran en la dirección del partido, y que Génova busque alianzas con Ciudadanos y también con Vox. Éstas son las líneas principales del dibujo de la realidad electoral del PP que hace NC Report en un sondeo entre el 14 y el 18 de enero, justo en vísperas de la Convención Nacional que hoy clausurará Pablo Casado en Madrid.
Casado está en la encrucijada de definir su estrategia para neutralizar en todo lo posible a Vox sin ceder más espacio a Ciudadanos. Y esta situación ha reabierto el debate sobre si el PP debe girar a la derecha o mantenerse en el centro, si debe mirar a Aznar o a Rajoy. Y si Casado debe dejarse guiar por el «aznarismo» para recuperar votantes perdidos o si, por el contrario, reconstruir los puentes rotos con el «marianismo». Son más los votantes del PP que consideran que su partido está mejor ahora que cuando el presidente era Rajoy, un 51 por ciento apoya esta opción. Aunque el 44,5 por ciento sentencia que «no». Casado convence más a los más próximos a su generación, y menos a los mayores de 55 años. Aunque esto no debe sonar mal a Génova, ya que el problema que había detectado el PP es que perdía voto precisamente por la parte de su electorado más joven. Entre los 18 y 34 años, hasta el 55,9 por ciento de los encuestados considera que el PP ha mejorado desde el Congreso de julio en el que se eligió al sucesor de Rajoy.
Sí es claramente mayoritaria la opinión de que Aznar no debe recuperar poder en el PP, un 62,3 por ciento rechaza que Casado cuente más con él. El ex presidente tiene más seguidores entre el votante menor de 34 años, aquellos que menos contacto directo tuvieron con su gestión y sus políticas.
La combinación de las respuestas respecto a la pregunta de si el PP esta mejor ahora que con Rajoy y si debe contar más con Aznar confirma que la mayoría del electorado popular prefiere abrir una nueva etapa en la que Casado marque su propio camino sin que sobre él se proyecten otros liderazgos del pasado.
Ante el debate sobre las alianzas del PP, la mayoría de los encuestados respalda la apuesta de Génova por colocarse en el vértice central de una triple alianza con Ciudadanos y con Vox. Los acuerdos con el partido de Albert Rivera los defienden hasta el 90 por ciento de los votantes del PP, una señal sobre hasta qué punto el electorado popular se identifica con los planteamientos que exhibe la formación de Albert Rivera. Su sangría principal de voto de los últimos años le ha venido por este lado, y le ha surgido la amenaza de Vox por la derecha. En este caso, un 59 por ciento respalda que Casado se entienda y llegue a acuerdos con esta fuerza.
La polémica social y mediática sobre algunos de los planteamientos más radicales de este partido no parece que haga mella en el análisis pragmático que manejan en el nicho electoral del PP respecto a la necesidad obligada, o incluso querida, de buscar consensos con el partido que preside Santiago Abascal. Si la alianza con Ciudadanos la secunda más el votante mayor de 55 años, el 92,6 por ciento, el pacto con Vox tiene más apoyos entre los más jóvenes. Entre 18 y 34 años lo avalan un 62,7 por ciento. Un 52,2 por ciento del total de los encuestados asegura que no comparte las críticas de los barones del PP al acercamiento de Génova a Vox.
Entre los que recuerdan haber votado al PP en las elecciones generales de 2016, un 64 por ciento declara que volvería a hacerlo frente al 19,5 por ciento que anuncia un cambio de voto. Los más fieles, los mayores de 55 años.
Y en cuanto a las prioridades del nuevo PP, el electorado señala tres, y entre ellas despunta la inmigración, con un 29,7 por ciento que declara que es en lo que más debe centrar el PP su mensaje. Le sigue el desafío separatista y la economía. Estos datos confirman el acierto estratégico de Vox al anticiparse a esta tendencia y colocar estos asuntos en el núcleo de su discurss, como líneas rojas de su proyecto que ni Ciudadanos ni el PP han aceptado asumir en la negociación del nuevo Gobierno de Andalucía.
Por otro lado, la complejidad del contexto político parece que preocupa más al partido en sí que a su electorado, menos pesimista sobre el futuro que muchos de los dirigentes que están ya en capilla de las elecciones autonómicas y municipales de mayo. El 86,8 por ciento de los votantes del PP encuestados declara que «no» cree que el sandwich Vox-Ciudadanos pueda acabar con su formación. Si bien la confianza en las siglas es mucho más elevada entre los mayores de 55 años. El 93,1 por ciento dice estar seguro de que el PP puede salvar con dignidad los muebles en su batalla contra Ciudadanos y Vox. Este porcentaje se rebaja hasta el 68,3 por ciento entre los menores de 34 años.
También son mayoría los que pese a las dificultades, y pese a la caída electoral del PP en los últimos años, aseguran que no consideran necesario que su partido afronte una refundación como la que hace 30 años se concretó en la reunificación del centro-derecha, desde Alianza Popular al Partido Popular.
Casado consigue el aprobado de sus votantes. Entre el 0 al 10, la nota que recibe es un 6,8 de media. Y su valoración está muy equilibrada por edades: 6,7, menores de 34; 6,9, entre 35 y 54; y 6,8, los mayores de 55 años.
Fuente: La Razón