Durante un discurso de 90 minutos, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha establecido los puntos de su programa después de 45 días sin comparecer ante la Cámara y unos días antes de que tenga lugar el Congreso Extraordinario del Partido Popular para elegir candidato. En su exposición ha quedado patente que el líder del Ejecutivo, que se ha erigido como el artífice de que comience lo que define como “una nueva era”, está encontrando dificultades para cumplir con dos de sus promesas “estrella” en la oposición: la ley de la amnistía fiscal, ya que no publicará finalmente la lista de defraudadores que se acogieron a ella, y aseguró que la exhumación del cadáver de Franco del Valle de los Caídos se va a producir, pero no precisó cuándo –en un momento inicial se iba a producir este mes-, sin aludir a las trabas jurídicas y de reacción social con las que el Ejecutivo se está encontrando. “Su materialización está a falta de los últimos retoques”, ha dicho. De momento, no se han producido más conversaciones con la Iglesia -aunque ya ha mostrado su disposición a colaborar y buscar el consenso para llevar a cabo la medida del gobierno- ni con la familia, que sigue manteniendo su no a Sánchez. Para el presidente, su medida “cerrará las heridas están abiertas desde hace demasiado tiempo”.

Fuente: La Razón