Raquel Alario y Clara Parejo, embajadoras de la fiesta que aspira a Patrimonio de la Humanidad
Fernando el Católico logra la primera reina en 87 años de vida y Zapadores celebra el 50 aniversario de la falla infantil con éxito

Las falleras mayores de Valencia de 2017, Clara Parejo Pérez, de la falla Zapadores-Vicente Lleó, y Raquel Alario Bernabé, de Fernando el Católico-Ángel Guimerá, tienen desde hoy ya la responsabilidad de promulgar la riqueza de las Fallas, ya que dentro de un mes se sabrá si son declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. De hecho, nada más recibir la llamada del alcalde de Valencia, Joan Ribó, Raquel ya dijo que pondrá todo su empeño en «en dar a conocer todos los valores de la fiesta».
En la casa de Clara el teléfono sonó a las 19.32 horas. Poco después, durante la visita del alcalde a su casa, Ribó, le recordó -en valenciano, que también utilizó Clara- que va a ser, junto a Raquel, «una de las dos embajadoras» del cap i casal y de la fiesta para el mundo.
La alegría en casa de Clara es por partida doble. Falleros «de toda la vida» en Zapadores, la comisión infantil celebra este ejercicio su 50 aniversario y, además, competirá en Especial. Un doblete rematado con tener a la máxima representante de la fiesta entre sus filas. De ahí que numerosos vecinos y amigos se congregaran en las puertas de su domicilio para vitorearla.

El presidente de la falla de Raquel, José Luis Valiente, dio saltos de alegría. «En los 87 años de vida de la comisión, es la primera vez que tenemos fallera mayor. Habíamos tenido chicas en corte, pero Raquel es muy fallera y ha vivido su sueño».
Para este día tan importante Raquel eligió un traje verde que recordaba al que lució Estefanía López en 2015. Era un brocado de Vives y Marí, confeccionado por Greta. Y, casualidades de la vida, el padre de Raquel, Arturo, llevaba la corbata a juego por casualidad, ya que era su preferida. Otras tres compañeras de la corte también apostaron por el verde y, para más ‘inri’, Alicia Moreno (FMV 2016) escogió un traje muy lucidor verde. En el caso de Clara, la niña llevó un traje rojo con una puntilla crema.