Galicia ha sido para el Gobierno central la niña bonita de las infraestructuras y no solo por las grandes inversiones en alta velocidad. La Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana analiza con asombro cómo incluso en los últimos compases de la legislatura esta autonomía salía claramente beneficiada en inversiones. En el Boletín Oficial del Estado de los días 14, 17 y 24 de diciembre, el Ministerio de Fomento licitó tres últimas obras para Galicia.
Se trata de la autovía A-54 Lugo- Santiago (121 millones de euros), la A-54 Lugo- Santiago (157 millones) y la mejora del trazado en la N-541 en Pontevedra (2,8 millones).
En total, 282 millones que representan el 41,80 por ciento del total nacional licitado por la dirección general de Carreteras en nuevas obras en todo 2015, según los datos ofrecidos por el Ministerio de Fomento.
Por lo que respecta a las obras de conservación de carreteras y conservación vial, en el último trimestre de 2015 en Galicia se licitaron 13 actuaciones por un importe de 20 millones, mientras que en la Comunitat Valenciana el montante ascendió a siete millones.
Incumplimientos
En la última legislatura la Administración central ha licitado un 4,60 por ciento del total nacional, mientras que en Galicia este porcentaje asciende hasta el 14,90 por ciento.
Por el contrario, la Cámara de Contratistas relata las obras prometidas por el Ministerio de Fomento y que continúan paralizadas.
El tercer carril de la V-21 (Carraixet-Universitat Politécnica de Valencia) con un coste total de 19,9 millones debía haberse licitado en 2015, según los Presupuestos Generales e incluso tenía una anualidad asignada de 100.000 euros.
En la misma situación se encuentran la duplicación de la variante de Torrevieja y el enlace con la CV-95 y la variante de Sueca a Favara. Esta se licitó en 2007 y tras ser paralizada en octubre de 2012, volvió a reanudarse el pasado año, pero las obras siguen sin terminarse.
La ralentización de los trabajos también ha llevado a eternizar la finalización de la ampliación del puente de Xirivella sobre el río Turia. Un modificado del proyecto presentado en el Ministerio en mayo del pasado año ha dejado sin acabar la ampliación de la A-3.
Sin avances está también el acceso sur a puerto de Gandía o la variante de Font de la Figuera, una obra de 97,91 millones, que estaba previsto que finalizase en enero de 2012 y para la que ahora se reserva anualidad en los Presupuestos Generales hasta el año 2020, así como la reanudación de la variante de Benissa.
Las obras hídricas, olvidadas
La Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana ya tiene planteadas sus reivindicaciones para el próximo Gobierno central. Entre las prioridades recogen la necesidad de retomar el debate sobre la construcción de infraestructuras hídricas que aseguren el agua necesaria a la Comunitat Valenciana para garantizar el desarrollo de un sector tan importante con es de la agricultura. Entre las obras que consideran urgentes, recogen la construcción del proyecto del trasvase del Ebro que dejó totalmente cerrado el Gobierno popular de Aznar. Como ya publicó LA RAZÓN, este colectivo critica que la paralización decretada por el Ejecutivo de Zapatero, pero también el hecho de que el de Mariano Rajoy no se haya preocupado por su puesta en marcha.
Source: Comunitat Valenciana