El independentismo se apresura ahora en despejar su tortuoso camino hacia las elecciones municipales del próximo mes de mayo. El universo heredero de la extinta Convergència –a grandes rasgos dividido en el ala más pragmática del PDeCAT y el sector duro de Carles Puigdemont aglutinado en torno a La Crida– tiene un nombre de «consenso» para la alcaldía de Barcelona: se trata del ex consejero de Interior, Joaquim Forn, actualmente encarcelado en Lledoners, pendiente de un juicio que arrancará de forma inminente por su participación en el 1-O y cuya resolución se conocerá previsiblemente tras los comicios municipales. Es decir, las elecciones se celebrarán entre medias. Cabe recordar que Forn se retiró de la primera línea política y alegó su nueva situación para pedir en reiteradas ocasiones la libertad al Supremo.
«Forn se ha puesto a disposición», señalan fuentes neoconvergentes a este diario, que confirman que el ex titular de Interior cuenta con el beneplácito tanto del Pdecat como de La Crida, un partido que aún debe constituirse formalmente. De hecho, su nombre lleva sonando desde hace semanas como figura de consenso entre las dos almas de la extinta Convergència, alejadas desde el «procés» y la huida de Puigdemont a Bruselas.
Sin embargo, y pese a que el «sí» a Forn es claro, el cierre definitivo de la lista para las municipales no está del todo abrochado y aún se está trabajando en ello. El objetivo ahora es la búsqueda de un «número dos» de importante peso político para que haga tándem con Forn, anzuelo del Pdecat y la Crida para recuperar la alcaldía de la capital catalana. El ex consejero de Interior quiere configurar una lista que se adapte a su proyecto y que dé respuesta también a su situación judicial, en prisión preventiva y a la espera de sentencia cuando se celebren las elecciones municipales.
Y para ese puesto suena el nombre de la actual portavoz del Govern, Elsa Artadi, dirigente de Junts per Catalunya, cercana al entorno de Carles Puigdemont y sin carnet del Pdecat, que rompió antes de los comicios catalanes de diciembre de 2017. No obstante, su papel en la candidatura de Forn aún no está definido por sus propias dudas, pendientes de resolver en un sentido u otro en las próximas semanas.
Forn también ha pedido intentar recoser el entorno neoconvergente y mirar de cobijar candidaturas satélites como la del ex delegado del Gobierno de Puigdemont, Ferran Mascarell, o la del filósofo y tertuliano, Jordi Graupera, si hay acuerdo. También hay que contar que la candidata del Pdecat es Neus Munté.
Pese a las incógnitas por resolver, los caminos neoconvergentes parecen acabar en Forn para «recuperar» Barcelona, el principal objetivo independentista para impulsar el «procés» coincidiendo con el juicio a los líderes del 1-O y aprovechando las posibles movilizaciones de la calle.
Fuente: La Razón