Fracasa el último intento para reabrir el Gobierno de EE UU

Trece días y trece horas. Ése es el tiempo que llevaba cerrada la Administración federal cuando Donald Trump recibió a los líderes del Congreso y el Senado. El objetivo de la discusión, deliberar y, a ser posible, alcanzar un acuerdo que permita desbloquear los presupuestos. A tal fin el Congreso había aprobado la tarde previa dos paquetes legislativos que incluían medidas con las que finalmente reabrir el Gobierno. Pero la mayoría demócrata dejó muy claro que los dos proyectos de ley no añadían los fondos, más de 5.000 millones de dólares para financiar el muro, que Trump exige como contrapartida a fin de levantar el bloqueo. Lo aprobado en el Congreso fue, más que nada, un símbolo.

La reunión adquiría tintes dramáticos. Para empezar fue convocada en la llamada Situation Room, destinada a debatir asuntos que atañen nada menos que a la seguridad nacional. Una puesta en escena cuidadosamente diseñada por el equipo presidencial en sintonía con las declaraciones de la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, en las que aludía a la frontera como un lugar que sacudido por una emergencia nacional. Para los demócratas, la cita permitía que la nueva presidenta del Congreso, la veterana Nancy Pelosi, retomara el protagonismo perdido un lejano 2011. Pero por más que cadenas como la CNN informasen de que «los senadores republicanos Cory Gardner, de Colorado, y Susan Collins, de Maine, sostienen que el cierre debe terminar antes de que se alcance un acuerdo respecto al muro», Trump redobló su apuesta. Hasta el punto de que ha enviado una carta a los congresistas en la que expone su convencimiento de que la cuestión es «absolutamente crítica para la seguridad nacional».

El documento cifra en 3.755 los terroristas que habrían sido detenidos en la frontera a lo largo del 2017. Habla de aumentos espectaculares en las incautaciones de narcóticos legales (fentanilo) e ilegales (metanfetamina y le heroína). Da cuenta de crecimiento del número de menores que llegaron sin acompañantes a la frontera en 2018 (60.000, un 25% más), y de familias (161.000, con un aumento del 50%). En el documento, el presidente escribe que «la financiación total de un sistema de muro fronterizo permitirá construir muro primario o barreras físicas en las áreas de mayor necesidad, agregando un activo comprobado para detener a quienes entran ilegalmente».

Todo esto sucedía a cuatro días de que el Senado volviera a reunirse. Concretamente, el próximo martes, a las 3 de la tarde. Hasta entonces no podrá votarse el paquete legislativo aprobado por los demócratas en el Congreso, con la ayuda de cinco congresistas republicanos. Todo parece calculado para que persista el cierre del 40% de la Administración federal, que engloba todos los servicios que no son considerados como esenciales.

Que nadie olvide que estamos ante una batalla que últimamente parece repetirse de forma cíclica. Hace justamente un año la Casa Blanca también vetó la posibilidad de un acuerdo y mantuvo paralizada a la Administración durante días. En aquel momento, Trump amenazó con suspender el Programa de Seguro de Salud para los Niños si no se aprobaban los fondos necesarios para su anhelado muro.

Victoria judicial sobre el veto a los «trans» en el Ejército

Un tribunal federal falló a favor de la Administración Trump en su política de prohibir el ingreso en la Fuerzas Armadas de personas transexuales. Se trata del primer espaldarazo judicial que recibe la Casa Blanca tras varias decisiones adversas relacionadas con este mismo tema. El Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia anuló una decisión de un juez federal de Washington
D. C. que bloqueó la iniciativa de Trump por considerar que violaba los derechos constitucionales de los transexuales.

Fuente: La Razón

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