El diseñador valenciano renace de sus cenizas con la entrada de nuevos socios y un rejuvenecido equipo creativo. La colección que marcará el cambio de era se presentará el 15 de septiembre en la Fashion Week de Madrid
Fueron 51 días de pesadilla. Un periodo de tiempo corto en la vida de un hombre, pero suficiente para dinamitar la reputación de casi cinco décadas de trabajo. El archivo del caso que mantuvo imputado durante casi dos meses a Francis Montesinos por supuestos delitos de abusos sexuales, corrupción de menores, pornografía infantil y tráfico de drogas tuvo un efecto devastador en el diseñador valenciano, tanto a nivel creativo como empresarial. Cuando la juez de instrucción le desvinculó de los hechos de los que se le acusaba en julio de 2014, la firma ya había perdido importantes clientes, sumiendo a su creador en una profunda depresión de la que no levantó cabeza hasta el año 2015. “Los cimientos de la casa se cayeron a todos los niveles: creativo, económico, psíquico y moral”, confiesa.
“Soy una persona que lo exteriorizo todo. Cuando el día sale nublado, no me sale ni una faldita recta. Por eso, cuando ocurrió todo aquello, me quedé completamente bloqueado. Hubo alguna colección que la tuvo que hacer completamente mi equipo. Recuerdo estar en el desfile y no saber ni lo que iba delante ni detrás”. Montesinos estaba malherido, a punto de tirar la toalla. Pero hubo un punto de inflexión: la colección “A flor de piel” para la Primavera-Verano de 2016, realizada en colaboración con el cantante Gene Simmons de Kiss, y con el estampado “Spanish Kabuki” como elemento estrella. “Ahí es cuando me puse a trabajar de nuevo; empecé a recuperar la pasión”.
Visitamos al diseñador en su estudio de la calle Marqués de Sotelo de València, donde bulle la actividad. De camino a su despacho pasamos por una amplia estancia donde su jovencísimo equipo creativo –ninguno parece haber frisado la treintena- trabaja con un objetivo muy claro: deslumbrar el próximo 15 de septiembre en la Mercedes Benz Fashion Week Madrid. No será un desfile más de Francis Montesinos. Será la presentación en sociedad de una etapa radicalmente nueva y ambiciosa, que no solo viene determinada por la inyección de savia fresca en el aspecto creativo, sino también por la entrada de nuevos socios capitalistas procedentes entorno familiar del diseñador. En el taller, y en la propia voz de Montesinos, se respira el vértigo vigorizante que caracteriza a los puntos y aparte. La firma prepara también su expansión comercial con nuevos productos: bebidas, perfumes, decoración para el hogar y diseñaos para empresas de telefonía móvil. Todo está en marcha.
“Ahora me siento más respaldado –explica el diseñador-. Ya no depende todo de mí, y eso me hace caminar más deprisa. He recuperado la ilusión por crear y estoy contentísimo con el nuevo equipo de jovencitos. Son muy Montesinos; todos han tenido una tía, una madre o un primo que se vestían con mi ropa, me hace mucha ilusión cuando aparecen por aquí con alguna de esas prendas. Saben que soy muy barroco y valenciano. Que me gustan los estampados y el oro. Veo que entienden los valores de la marca, y además le dan un punto más fresco, que es algo que nos hacía falta”.
El cincuenta aniversario de la firma Montesinos está a la vuelta de la esquina. Tres años de plazo para meterse en el bolsillo a las nuevas generaciones. “Queremos recuperar el descaro, el riesgo y la autenticidad de los años ochenta, pero desde una perspectiva actual”, nos comenta uno de los nuevos asesores.
Si Francis quiere volver a conquistar la calle, el acercamiento intergeneracional ha de ser mutuo. “Yo me fijo siempre en la moda de la calle, es un deformación profesional. Es difícil encontrar cosas interesantes, porque hay mucho trapillo, la verdad. Pero sí aprecio un interés por cambiar los looks, y eso me motiva. Ahora es más que nunca ser original”. ¿Está dispuesto Montesinos a plegarse a las tendencias del mercado para ganarse a los millenials? “Por supuesto que no. Soy maniático y me gusta empezar cada colección desde el folio en blanco”.
El diseñador tiene muy claro que renovarse no significa hacer tabula rasa. Los elementos icónicos de su trayectoria seguirán estando presentes de una u otra forma. “La estampación, por ejemplo, es muy importante en esta casa. Desde muy joven me apoyé en ella para que mi producto fuese diferente al de los demás. Por ejemplo, el hilo conductor de la colección que presentaremos en septiembre es América del Sur, y habrá estampados muy tropicales, con muchos verdes, negros, ocres y oros. También Recuperaré algunas de mis piezas icónicas, como la camisa insignia o el pantalón pompón”.
Montesinos cree que también ha llegado la hora de reivindicar su legado, cuya huella se observa en muchos diseñadores jóvenes que han seguido el camino abierto por él a partir de los años ochenta. Rompió muchas barreras con piezas como la falda para hombres, hoy ya plenamente integrada dentro de los discursos contemporáneos de abolición de los géneros. “Yo en aquellos años vislumbré claramente algo estaba cambiando, que ya no tenía que haber ropa de hombre ni de mujer. Es lo que tiene la moda. Los creadores avisamos de que algo va a cambiar, justo antes de que cambie en la calle. De hecho, hoy hay jóvenes que se han hecho súper famosos en el mundo entero haciendo lo que yo hice hace veinte años”.
«He perdonado a todo el que me lo ha pedido»
Ahora que ya ha salido a flote de nuevo, Montesinos se siente con ánimo de hacer balance del oscuro periodo que ya ha dejado atrás. “Tal y como decía mi madre, de todas las experiencias se aprende. Y yo de esta he sacado en claro quiénes son mis amigos, y adonde no tengo que acercarme. Sé muy bien por dónde vinieron estas historias, igual que tengo claro quienes me han ayudado en esta etapa tan complicada. Hubo momentos en los que pensé que qué necesidad tenía yo de seguir trabajando y estar expuesto a los medios, teniendo una casa maravillosa…. ¡con lo que me gusta el jardín y cuidar de mis plantas! Pero es que cuando volvía al estudio me subía la adrenalina otra vez”.
“Estoy muy disgustado con el tratamiento mediático que recibí –continúa-. No se puede hablar ni actuar hasta que no sepas con certeza qué ha ocurrido, y a mí me dolieron mucho cosas como que nos devolvieran los productos de una importante cadena de grandes almacenes, solo porque había salido esa noticia. Fue muy fuerte. Salió en todas partes, y en portada. Pero cuando se demostró que esas acusaciones eran falsas, muchos medios ni lo comentaron, y otros lo hicieron con dos líneas y en la página 22”.
¿Ha perdonado a todo aquel que le ha pedido disculpas por haberle dado la espalda sin esperarse a la resolución judicial? “He aceptado el perdón de todos los que me lo han pedido”.
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Fuente: ABC