Alude a las aguas y a su régimen singular en Valencia, personificado gloriosamente en el ya milenario Tribunal de la Aguas que se reúne, en juicio oral, público e inapelable, cada jueves, en la Puerta de los Apóstoles de la vecina Catedral, a donde se dirige desde la frontera Casa Vestuario.
La fuente consiste en una gran taza oblonga, es decir de ejes desiguales, en cuyo centro y sobre un pedestal yace semirrecostado, o sea con el torso en una inclinación acentuada, un varón barbado que representa al río Turia, recuerdo lejano, pero evidente, de las plasmaciones helenísticas, del Nilo y, romanas del Tíber.
Aquí, el personaje fluvial sostiene, y se apoya a su vez en él, un gran cuerno de la abundancia, desbordante de frutos, propio de la antigua emblemática de Valencia.
A su alrededor, en sendos pedestales de sección semicircular, figuran ocho niñas o adolescentes desnudas, con peinado y peineta de labradora valenciana; todas con un cántaro del que mana agua, y que representan las ocho acequias del Turia:
• de Benager i Faitanar, sostiene un cántaro sobre el hombro izquierdo
• de Rovella, con el cántaro sostenido por ambas manos apoyado en el costado izquierdo
• de Favara, con el cántaro en el pie izquierdo
• de Quart, sostiene un cántaro con ambas manos a la altura de la cintura
• de Tormos, sostiene el cántaro sobre el hombro derecho
• de Rascanya, sostiene el cántaro con su brazo derecho apoyado en la cintura
• de Mislata, con el cantaro a los pies
• de Mestalla, con el cántaro bajo el brazo derecho, ayudándose del izquierdo.
Toda la fuente es obra del escultor Manuel Silvestre Montesinos «Silvestre de Edeta», realizada las figuras en bronce mientras que el resto es de piedra. Fue inaugurada en 1976.