Se daba la circunstancia que Mariano Benlliure, escultor valenciano que tan importantes monumentos había realizado en todas partes, algunos en Valencia, muchos en Madrid y en todo el mundo, no tenía uno dedicado a su memoria en su ciudad natal de Valencia.
En 1946 fue derribado el Palacio gótico de los Aguilar, barones de Alacúas, edificio situado junto a la Iglesia de la Santa Cruz o del Carmen. Sobre su solar se levantó una pequeña zona ajardinada y en 1962 se erigió una fuente dedicada a su memoria.
La fuente de 2,36 x 2,47 metros, tiene en su anverso la reproducción en bronce de la «Fuente de los Niños«, obra de Mariano Benlliure y cuyo original en yeso se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Valencia y del que se obtuvo el vaciado de este monumento. El bronce original se encuentra en Cádiz. En la cara posterior encontramos un relieve en bronce, con el rostro de perfil de Benlliure y la leyenda «Valencia a Mariano Benlliure«.
El rostro de Benlliure fue efectuado por Sorolla para rotular la plaza que lleva su nombre y que anteriormente recibía el nombre de plaza de la Pelota.
El relieve de Mariano Benlliure por Sorolla fue simultaneo y correlativo al de Sorolla por Mariano Benlliure ambos en la ocasión jubilosa que, por haber ganado uno y otro las máximas recompensas internacionales, recibían el doble homenaje de la ciudad que les vio nacer, dedicándoles la calle y la plaza que ostentan sus nombres, esculpidos en estas placas con los respectivos retratos en bronce de medio relieve y de perfil.
La fuente-monumento que se encuentra en el extremo de una alberca, fue obra del arquitecto municipal Román Jiménez y fue inaugurada en la feria de julio de 1962, con la solemnidad que le dio la presencia del ayuntamiento y representaciones de entidades artísticas, culturales y valencianistas.
En el centro de la fuente se representa un grupo de ocho niños desnudos jugando, mientras uno de ellos recibe un empujón que le hace caer al agua.