El Gobierno y la Generalitat exploran posibles formatos para una reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra, el próximo viernes en Barcelona, unos contactos preparatorios en los que se discute, entre otros asuntos, si debe ser un encuentro sólo entre presidentes o hay que ampliarlo a ministros y consellers.
Fuentes del Govern han indicado a Efe que los contactos para hablar de la posibilidad de ese encuentro han comenzado pero aún están en una fase inicial, sin que haya aún un acuerdo sobre el formato y el contenido de esta eventual cita, que sería la segunda entre los dos presidentes, tras la que mantuvieron el 9 de julio.
Las posiciones son discordantes, pues el Govern mantiene su voluntad de que sea una reunión de gobiernos, con participación de diversos consellers y ministros junto con los dos presidentes, y exige que tenga contenido político, para que no quede en una mera «foto» protocolaria.
En cambio, según el Gobierno del Estado, que da por prácticamente seguro que Sánchez y Torra mantendrán esa reunión el viernes, todo apunta a que será un «cara a cara» entre ambos, sin más miembros de sus respectivos gobiernos, lo que evitaría la cumbre entre ambos ejecutivos a la que aspira el presidente catalán.
Las fuentes del Gobierno consultadas apuntan que podría celebrarse tras la reunión del Consejo de Ministros, prevista en la Llotja de Mar de Barcelona, muy cerca del Parque de la Ciutadella, donde se ubica el Parlament.
Las agendas están abiertas de cara al jueves, la víspera del Consejo de Ministros, y ni Torra ni Sánchez han confirmado si acudirán a la cena organizada esa noche por la patronal Foment del Treball para entregar los premios Ferrer Salat.
En una conversación informal con los periodistas durante la tradicional copa de Navidad que ofrece el Ejecutivo en el Palacio de la Moncloa, Pedro Sánchez solo ha dado viabilidad a un encuentro con Torra y ha reiterado que el que haya o no reunión depende del president.
Por su parte, el líder del PP, Pablo Casado, ha reprochado a Sánchez que «mendigue» una reunión con Torra en lugar de comunicarle la aplicación del artículo 155 de la Constitución y ha sugerido que el jefe del Ejecutivo incurre en actitudes «inconstitucionales» cuando no hace «nada» para frenar al soberanismo.
En cambio, desde la cárcel de Lledoners, Jordi Sànchez, líder de JxCat, que lleva ya 17 días en huelga de hambre, ha animado a Torra a crear las condiciones para celebrar una reunión con el Gobierno de Pedro Sánchez al término de esta semana.
Algo que ve compatible con una «gran movilización pacífica y no violenta», que ya se está organizando para la tarde del viernes y que transcurriría por el Paseo de Gràcia.
Tanto JxCat como ERC han expresado que se sumarán a la manifestación si tiene un carácter unitario dentro del soberanismo y han avalado una reunión de presidentes, aunque con condiciones.
El portavoz adjunto de JxCat, Eduard Pujol, ha indicado que habrá reunión si es para un «diálogo útil», pero ha advertido de que es más «dudoso» que tenga lugar si es para «una foto».
La portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha pedido a Pedro Sánchez que «sea valiente» y «rompa con los discursos de la extrema derecha», lo que pasa por «buscar una solución política dialogada» a la propuesta de autodeterminación de Cataluña y por «poner fin a la represión».
En cambio, el portavoz de Ciudadanos en el Parlament, Carlos Carrizosa, ha emplazado al jefe del Gobierno a poner en marcha los trámites para aplicar el 155 si JxCat y ERC «no condenan» en el pleno de esta semana su «golpe a la democracia» del año pasado.
El líder del PSC, Miquel Iceta, ha calificado de «auténtico disparate» que Torra no reciba en la Generalitat a Pedro Sánchez, por lo que le ha instado a elegir entre el «diálogo» del Gobierno o el «tridente de derechas» de PP, Cs y Vox.
Desde Catalunya en Comú, Joan Mena, se ha mostrado convencido de que las protestas del 21D «se canalizarán por la vía pacífica».
En este línea se han expresado también la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, y el vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, que han garantizado que sus movilizaciones del viernes serán «absolutamente pacíficas».
Por otro lado, los cuatro presos independentistas que están en huelga de hambre en la cárcel de Lledoners (Barcelona) han enviado más de 40 cartas a los principales líderes europeos para «internacionalizar» su denuncia de «bloqueo» por parte del Tribunal Constitucional, que también llevarán al Tribunal de Estrasburgo.
Efe
Fuente: La Razón