Gritos de «Viva España» y «Llibertat presos» en apenas 20 metros

Desde primera hora, la Plaza Villa de París, donde se encuentra el Tribunal Supremo, se ha convertido en un improvisado plató de televisión. Decenas de periodistas aguardaban, acompañados por un intenso frío, la llegada de los acusados, de los políticos y de las acusaciones a la espera de una declaración. Y a pocos metros, en la calle de Génova, dos concentraciones amenazaban con juntarse: una a favor de los independentistas y otra por la unidad de España. En medio, un fuerte cordón policial para evitar problemas. La expectación ha sido tal que los periodistas y medios gráficos no sólo se agolpaban en la calle, sino que los cerca de 700 informadores acreditados para el juicio han tenido que esperar más de una hora para poder acceder a alguna de las salas habilitadas para seguir el proceso.

Uno de los primeros en llegar ha sido el ex consejero Santi Vila, acusado pero en libertad. Ha entrado rápido y prácticamente sin llamar la atención, todo lo contrario que el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, quien ha llegado en su coche entre gritos de “golpista” y silbidos. Con un lazo amarillo en la solapa, se ha dirigido al interior, donde ha sido recibido por el presidente del Supremo, Carlos Lesmes, quien le ha saludado en su despacho junto al consejero de Territorio catalán, Damià Calvet, y el delegado de la Generalitat en Madrid Ferran Mascarell.

Fuente: La Razón

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