Guaidó no será candidato en las elecciones libres

La transición a la democracia que se intenta en Venezuela es un proceso sui géneris. Es, hasta ahora, quizás el único que intenta ser implementado por una institución legítima, cual isla dentro del totalitarismo. La Asamblea Nacional (AN), de mayoría opositora, aprobó el 5 de febrero un estatuto que rige la transición a la democracia que le da sustento jurídico a las acciones del Parlamento y, especialmente, de Juan Guaidó como presidente de la AN y «encargado» de la República.

Allí se le otorga base jurídica al proceso de tres pasos que se ha planteado: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres. Para ello, queda establecido en el documento aprobado por unanimidad en el Legislativo que Guaidó, como presidente de la Asamblea Nacional, asume la «encargaduría» del Ejecutivo y, pasados 30 días, podrá ser ratificado como «presidente provisional» hasta convocar en un máximo de doce meses unas elecciones libres.

Para ese proceso electoral, el líder opositor del momento no podrá presentarse como candidato. El documento no lo prohíbe, pero el diputado Juan Miguel Matheus, redactor del estatuto y presidente de la Comisión para la Defensa de la Constitución, confirmó que existe un compromiso entre todos los partidos.

Ese acuerdo político también incluye que el gabinete ministerial de ese Gobierno provisional debe integrar a miembros de los distintos partidos, con cargos específicos. Por ejemplo, el vicepresidente no podrá ser del mismo partido que Juan Guaidó (Voluntad Popular). De igual forma, el pacto dejó establecido que una vez que Juan Guaidó asuma como «presidente provisional», la cabeza de la Asamblea Nacional deberá ser elegida de nuevo en la Cámara, y no podrá ser nombrado un diputado de Voluntad Popular.

Para esas eventuales elecciones presidenciales ya hay nombres en la palestra. La dirigente María Corina Machado fue la primera en confirmarlo. Consultada por Fox Business si presentaría su nombre, respondió: «Absolutamente sí».

También Leopoldo López competiría. Se trata del fundador del partido de Juan Guaidó, y uno de sus estrategas tras bambalinas desde el arresto domiciliario al que fue confinado. «Seguramente tomará la decisión de presentarse» como candidato «si logramos unas elecciones libres», ha dicho su esposa, Lilian Tintori.

Actualmente, tanto López como Machado están inhabilitado políticamente por el régimen de Maduro, quien también le impide competir a Henrique Capriles, dos veces ex candidato presidencial y quien perdió las elecciones de 2013 por el 1,52%.

En su caso, el también ex gobernador del Estado de Miranda ha afirmado que éste no es momento para hablar de candidaturas. «Lo peor que nosotros podemos hacer es que esta coyuntura la convirtamos en una competencia interna». A juicio de Capriles, Guaidó y la Asamblea Nacional «son los protagonistas a esta hora y nosotros debemos apoyar, sin mezquindad ni egoísmo».

El delegado que Guaidó envió a Italia para obtener el respaldo de ese país, Francisco Sucre, dijo desde Roma que incluso Nicolás Maduro podría presentarse de nuevo a las elecciones, «no como presidente en ejercicio, sino como ex presidente. Si lo postula su partido, por supuesto que lo aceptamos». En esas diligencias, se logró que el Parlamento italiano reconozca al presidente del parlamento (Guaidó) como «interino» de Venezuela, al margen de la opinión del Gobierno.

Ayer, el cardenal de Caracas, Baltasar Porras, afirmó que Venezuela vive una situación de ilegitimidad de origen y de ejercicio «que hace inaceptable y reprobable desde todo punto de vista» a Maduro. «Los que están en el poder son los primeros que tienen que poner sobre la mesa qué es lo que están dispuestos a negociar. No es una carta en blanco», agregó el representante de la Iglesia venezolana al afirmar que la ayuda humanitaria es necesaria para paliar la emergencia.

Justamente en la Asamblea Nacional se reiteró que los suministros enviados por EE UU entrarán al país «como sea» el 23 de febrero, desestimando que los militares puedan atender la orden gubernamental de bloquear el paso fronterizo.

Desde Washington, Donald Trump –que se reunió con el presidente de Colombia, Iván Duque– dijo que Maduro comete «un terrible error» al impedir el ingreso de la ayuda y no descartó que su país pueda enviar 5.000 soldados a Colombia para atajar la situación de Venezuela.

El inquilino de la Casa Blanca aseguró que tiene «un plan B, C y D» para Venezuela en caso de que Maduro no abandone el poder y dé el relevo a Guaidó. «Yo probablemente tendré más flexibilidad que cualquier hombre en este puesto», indicó Trump, quien añadió: «Nuestros militares [estadounidenses y colombianos] están muy concentrados y trabajando juntos, vamos a ver cómo funciona».

Hoy, en la capital de Estados Unidos, se realizará una conferencia internacional para coordinar más ayuda para el país petrolero. Mientras, los Gobierno de Países Bajos y de Curazao confirmaron que instalarán en la isla caribeña –ubicada muy cerca al norte de Venezuela– el tercer centro de acopio.

Mientras tanto, ayer, el Parlamento designó a cuatro personas para el nuevo consejo de administración de la estatal petrolera PDVSA: Simón Antúnez, Gustavo Velásquez, Carlos Balza, David Smolansky y Ricardo Prada. Para su filial Citgo, ubicada en Estados Unidos, se nombró a Ángel Olmeta, Luisa Palacios, Luis Urdaneta, Edgar Rincón, Andrés Padilla y al estadounidense Rick Esser, que ya era parte de la filial.

Fuente: La Razón

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