El jurado ha recibido peticiones de no ser elegidas, pero el concurso no admite en teoría las retiradas
Desde la Junta Central Fallera, las instrucciones con claras: no elegir a la segunda, tercera o cuarta que más les gusta, sino a la que más les gusta. Y si hay un problema, ya se le encontrará la solución. Más teniendo en cuenta que la candidata se presenta a fallera mayor, no a corte de honor y, por consiguiente, que ser elegida forma parte de los riesgos propios de esta particular competición.
Hasta qué punto se puede tener esto en cuenta puede condicionar un veredicto para el que, a estas alturas, los calificadores ya han tenido reuniones y datos más que suficientes. Estas dudas han provocado también que se haya dispersado el favoritismo. Los nombres que suenan desde hace tiempo no sorprenderían precisamente: Lucía Serrano, María Urios, Meritxell Soler, Rocío Gil, Laura Fabra … pero, como queda dicho, el verdadero nombre quedará claro sólo esta tarde, cuando Joan Ribó abra el sobre de la mayor y el de la infantil.
Final de Raquel y Clara
Lógicamente, la ley de sucesión significa que esta tarde finalizan los reinados de Raquel Alario y de Clara Parejo y la vigencia también de sus cortes de honor. Los cargos los han apurado hasta el último momento: hasta anoche con la Entrada Mora y Cristiana, que pasará a su particular historia como el final de un trayecto que ha durado, exactamente, un año, aunque los nombres ya quedan escritos en la historia.