Tal día como hoy del año 1863, don José Zabala, comandante de las Torres de Quart, informó al Capitán General, Juan Acosta Muñoz, de la agresión efectuada por parte de Manuel Pla, capataz de los presos.
La agresión se produjo utilizando un palo contra el carabinero Julián de la Asunción, el cual resultó gravemente herido.
El detallado informe del comandante decía así: 22 de mayo de 1863.
“Eran las once menos cuarto de la mañana de ese día, cuando el soldado del regimiento de infantería de Gerona José Cordón, llavero de las mismas torres, le había participado el suceso. Con la ayuda de Antonio Morató, carabinero y ayudante segundo jefe de este destacamento de confinados, quedó determinada la agresión por parte de Pla al citado Asunción, herido en la cabeza y en la espalda con un palo. Fueron necesarios varios carabineros para reducir al facineroso Pla no habiendo más remedio que, al ser reducido, ser atado al columnario durante tres días. No pudiéndose acercar a los alrededores para efectuar su limpieza, se tuvo aprovechar sus horas de sueño para baldear el lugar y pasarle el rancho.”
El comandante Zabala, puesto que no podían estar separados los militares de los confinados y tener que tomar el aire en el mismo patio, según expresa, aprovecha para reclamar la salida de las torres de dichos confinados, tal y como había acordado el capitán general José Orozco y Álvarez (AIMCV, E-3, 13).
Las Torres de Quart, conocidas antiguamente como Portal de la Cal son una de las más conocidas puertas de la muralla cristiana de Valencia. Se le decía de la Cal, porque desde 1650 toda la cal que entraba en Valencia tenía que entrar por esta puerta.
Se trata de una de las cuatro puertas mayores de la ciudad de Valencia (Portals Grans), y venia a sustituir a un portillo anterior, construido en 1356, ya que se consideraba que este no estaba de acuerdo a la importancia de la ciudad y al tráfico de personas y carros procedentes del interior de la península. Las otras tres puertas mayores eran las Torres de Serranos, la Puerta de San Vicente y la Puerta del Mar. A título de curiosidad mencionaremos que las Torres de Quart son un metro más altas que las Torres de Serranos. Mide 34 metros de altura frente a los 33 metros que miden las de Serranos.
La construcción de las torres fue decisión de «Els Jurats» de la ciudad, de la «Fabrica de Murs e Valls» y del «Mestre Racional». El proyecto de construcción es obra de Francesc Baldomar, estas dieron inicio en 1441 con los trabajos de preparación del terreno, para a continuación en 1443 comenzar las obras propiamente dichas. En las mismas junto a Francesc Baldomar (mestre piquer) y autor del proyecto, intervino Jaume Gallén como «mestre d’obra de la vila» (maestro albañil). Será en 1444 cuando Francesc Baldomar se incorpore definitivamente a pie de obra en el proyecto con su cuadrilla de «pedrapiquers».
Sus dependencias interiores fueron desde muy pronto, destinadas a diversos quehaceres. En 1562 la Diputación de la Generalidad del Reino ocupó una parte de las Torres como almacén de pólvora. Esto supuso el inicio de numerosas tensiones entre la autoridad militar y el Ayuntamiento de la ciudad por el control y utilización del edificio.
Hacia 1626 una de sus torres se destinó temporalmente a prisión para mujeres prostitutas. También la Casa Galera (una de las prisiones que tuvo Valencia) estuvo ubicada en el interior de las Torres de Quart. En el siglo XIX el gobernador militar volvía a reivindicar el uso del edificio como prisión esta vez militar. El hecho de que las Torres de Quart estuvieran en uso como prisión es por lo que se libró de la piqueta cuando fueron demolidas las murallas de Valencia en 1865.
El 1 de septiembre de 1931 el gobierno de la II República devolvía a la ciudad las Torres de Quart, tras haber sido declaradas el 3 de junio de ese mismo año Monumento Histórico Artístico Nacional.
En las imágenes vemos las torres en su época en la que fueron utilizadas como cárcel y vista de algunas de sus estancias interiores.