La Batalla de Flores de Valencia cerrará el próximo domingo 30 de julio la Gran Fira de Juliol 2017 con los dos millones de claveles que se lanzarán los participantes en este acto y con la presencia de 32 carrozas, según ha informado este viernes el Ayuntamiento en un comunicado.
La Junta de Gobierno Local del consistorio aprobó el pasado viernes solicitar a la Generalitat Valenciana que declare Bien de Interés Cultural (BIC) inmaterial este acontecimiento.
En la Batalla de Flores de este año, además de los diseños de los ‘carrossers’, se incorporan otros de artistas falleros y diseñadores. De este modo, «a nombres consolidados y de larga trayectoria familiar como Azpeitia, Guaita, Carrero o Sánchez, se añaden otros como los de Marina Puche, Ceballos y Sanabria o Paco López, aportando diseños que renuevan el estilo de las carrozas con nuevos referentes plásticos y creativos».
El concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, ha destacado «la labor de los artistas falleros y de los ‘carrossers’ para conseguir cada año una mejor y más vistosa Batalla de Flores» así como el hecho que «cada vez más diseñadores se interesan para incorporarse al diseño de las carrozas».
En este acto desfilarán 32 carrozas y nueve coches ligeros, tripulados por miembros de varias asociaciones festivas y ciudadanas. Entre ellas se encuentran las preseleccionadas a la Corte de Honor de las Falleras Mayores 2017, representantes de los distintos sectores de la Junta Central Fallera, la Reina de las fiestas de Castelló, la Bellea del Foc de Alicante, altares de San Vicente, la asociación Jarit, el Ateneo Mercantil, o las fiestas populares de Patraix y San Marcelino, ha apuntado el consistorio.
Pere Fuset ha explicado que «la Batalla de Flores se abre con un cortejo encabezado por la Policía Municipal de gala y a caballo» al que sigue el inicio de «la cabalgata valenciana, que consta de música de ‘tabal i dolçaina’, seguida de portadores de ‘joies i pomells’, y de grupas de parejas ataviadas con vestidos a la antigua».
A continuación, ha comentado el edil, «empieza el desfile de las carrozas y los coches ligeros» y tras «una segunda vuelta en la que se entregan los premios a las mejores carrozas y coches, se dispara una carcasa anunciadora» del inicio del lanzamiento de flores entre las carrozas, los coches y el público. El acto acaba con el disparo de una segunda carcasa.
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«Espíritu popular»
El titular de Cultura Festiva ha indicado que «a pesar de que la Gran Fira de València ha experimentado fases de reestructuración, en las últimas décadas, la Batalla de Flores ha conservado su preeminencia dentro de la feria, porque, además de clausurarla, ha mantenido vivo buena parte de su antiguo espíritu popular».
El Ayuntamiento de Valencia ha explicado que este acto, introducido en 1891 por iniciativa de Pasqual Frígola, barón de Cortes de Pallás, empezó a celebrarse en el Paseo de La Alameda imitando unos combates lúdicos que se celebraban en Niza (Francia) durante sus fiestas de carnaval.
Tras ello, ha apuntado que la Batalla de Flores se convirtió «en el cortejo más distinguido y a la vez popular de la Gran Feria de Juliol», hasta configurarse «como un gran hito social y un espectáculo para el conjunto de la ciudad» de su era dorada, entre finales del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX.