La célula del 17-A buscó «discotecas de gays en Sitges»

«Vengo a colaborar. Vi a uno de los terroristas en la Sagrada Familia días antes de los atentados», con esta frase lapidaria se presentó en el puesto de la Guardia Civil de Alcocebre, provincia de Castellón, Didier (nombre ficticio para proteger su identidad). Eran las 11:40 del día 25 de agosto del pasado año, pocos días después del atentado de Las Ramblas. Inmediatamente un agente le sentó frente a un escritorio y comenzó a tomarle declaración. LA RAZÓN ha tenido acceso a su contenido íntegro. «El pasado día 13 –cuatro días antes de los atentados– acudí con mi familia a visitar la Sagrada Familia de Barcelona. Estábamos admirándola cuando un joven se me acercó y me dijo: “¿Te importaría hacerme unas fotos con mi móvil?”. Le respondí que sin problema. Fue extraño porque en vez de mirar a cámara se dio la vuelta. Es decir, posaba de espaldas, mirando al monumento. En algunas ocasiones posaba con los brazos en jarras y en otras con el brazo derecho levantado y el índice derecho estirado. A mí me pareció que señalaba a la Sagrada Familia. Le hice seis fotografías. Todas ellas en el lateral que da a la calle Sadenya, que es la parte de detrás del monumento. Más concretamente le hice dos en la puerta de la fachada trasera, 2 en las proximidades de Serdenya con la calle Proveca y las dos últimas en la confluencia con la calle Mallorca. Se las hice todas precisamente en este orden», concluyó su relato.

Fuente: La Razón

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