La vicesecretaria regional del Partido Popular de la Comunitat Valenciana y diputada en el Congreso, Elena Bastidas, denunció ayer que con el PSOE en el Gobierno, la tasa de criminalidad se ha incrementado un 2,5 por ciento en la Comunitat Valenciana.
Bastidas dijo que cuando gobernaba el PP, la tasa de criminalidad estaba en «caída libre» y se situó en un -0.5%, sin embargo, en solo seis meses, esta tasa se ha disparado hasta el 2 por ciento, registrando puntales de crecimiento muy preocupantes en localidades como Manises, donde en los últimos meses se ha incrementado 9 puntos o en Sagunto que ha pasado de una tasa del cero por ciento al seis por ciento, algo «asombroso».
Situación parecida viven los municipios de Torrent, donde la criminalidad se ha incrementado en más de 1,5 por ciento al pasar de 3,9 a 5,6 por ciento; Valencia ciudad, donde se registró una tasa del -0,2 por ciento y ha pasado a un 4,2 por ciento en la actualidad.
«Es muy sorprendente como localidades donde la tasa de criminalidad estaba en retroceso ahora tienen un porcentaje que hace que nos planteemos las políticas de seguridad del Gobierno de Sánchez». Tal es el caso de Valencia, Mislata o Gandía, entre otras.
Una inseguridad que es «muy preocupante» en el caso de los robos con fuerza en los domicilios, donde se ha pasado de un 2,7 a un 3,9 por ciento desde que gobierna el PSOE, un dato que en la provincia se coloca en un 2,2 por ciento frente al cero por ciento de crecimiento que registraba con el PP.
Ante esta situación, lo más urgente es el refuerzo de efectivos, sin embargo, según Bastidas, el Gobierno de Sánchez ha recortado el Plan para el incremento de hasta 600 efectivos de la policía Autonómica que tenía previsto el ex ministro Zoido, sin embargo, el actual titular del Ministerio, Fernando Grande Marlaska «cierra la puerta a esta opción, se retracta y asegura que solo enviará efectivos de este Cuerpo en la medida en la que se provean los plazos vacantes en el catálogo del cuerpo» o lo que es lo mismo, según Bastidas, «no va a incrementar ni un efectivo».
Fuente;: La Razón