Tal día como hoy del año 1908, por concesión del arzobispo de Valencia, Victoriano Guisasola y Menéndez, se entregó al Padre Provincial de Frailes Menores de la ciudad, la iglesia de San Lorenzo, situada en la calle Serranos. A pesar del mal estado en que se encontraba el edificio, fue abierto al público y al culto el día siguiente.
Levantada sobre una antigua mezquita musulmana, este templo fue una de las primeras iglesias erigidas en 1238 y por lo tanto formaba una de las diez feligresías de las primitivas parroquias valencianas. En el año 1245 aparece Pedro Ximenez como rector de la parroquia de San Lorenzo. En 1276 aparece un primer templo finalizado.
Entre 1743 y 1746 el arquitecto José Minguez construyó la torre campanario de 43,74 metros de altura. A consecuencia del terremoto del año 1822 quedó un poco desplazada de su eje como se observa actualmente.
El Retablo Mayor fue realizado hacia 1683 por Leonardo Julio Capuz. En este retablo ocupaba el nicho central una imagen de San Lorenzo, le acompañaban en el retablo la Purísima Concepción, San Vicente Mártir, San Blas, San Orencio y Santa Paciencia (padres de San Lorenzo). Todas estas imágenes desaparecieron en la Guerra Civil, no así el retablo que pudo salvarse. El retablo, una vez despojado de sus imágenes, iba a ser destruido, pero el padre de Vicente García Tamarit fundador de la Casa de los Caramelos, que era carpintero, convenció a los milicianos con el argumento que la madera del retablo era muy buena y que él se encargaría de ir desmontándolo poco a poco, cosa que nunca hizo.
La actual talla de San Lorenzo del retablo procede del Convento de Clarisas de Calatayud, ya que estas tenían que abandonar el convento y enterados los franciscanos de la existencia de la imagen les fue solicitada para ocupar su puesto en el Retablo Mayor. La escultura fue un regalo del anti-papa Benedicto XIII (Papa Luna) a las monjas clarisas ya que en dicho convento profesaban dos de sus hermanas.
En las imágenes, fachada de la iglesia e interior de la misma.