Los vecinos reclaman a Ribó que decida ya sobre el medio millar de propiedades municipales y exigen más actuaciones en las viviendas privadas
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Las obras de reurbanización de las calles del Cabanyal y el Canyamelar van a un ritmo cada vez más acelerado y los proyectos del Plan EDUSI con fondos europeos han comenzado a caminar, pero no ocurre lo mismo con las viviendas. La asociación de vecinos lanzó ayer una alerta con la situación tanto de las propiedades municipales como de las privadas, donde la ruina no deja de avanzar, se amontonan los vertederos y las plagas de insectos y roedores son una amenaza.
El Ayuntamiento y la empresa Plan Cabanyal-Canyamelar tiene alrededor de 600 propiedades entre pisos y solares, producto de la compra de inmuebles para que fueran derribados por la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez hasta el mar.
Descartado ese plan por el nuevo gobierno municipal, han pasado dos años sin que se haya movido ficha sobre estas viviendas, salvo dos procesos de subasta de pisos de la empresa citada, que de este modo genera fondos propios.
Los residentes alertan de la aparición de plagas de insectos y roedores por la acumulación de basura El gobierno municipal ha planteado cooperativas de nuevas viviendas, aunque no hay nada decidido
La presidenta de la entidad vecinal, Pepa Dasí, pidió al equipo de gobierno que decida ya el futuro de esas propiedades, además de que la Policía Local realice más inspecciones y denuncias en las privadas, para que se cumpla entre otras cosas la ordenanza de limpieza.
«La acumulación de residuos es un problema porque provocan plagas de todo tipo y enfermedades». La entidad vecinal difundió ayer las imágenes de una vivienda privada en la calle Progreso, donde el interior está colmatado por un vertedero. «Manifestamos nuestra preocupación por el abandono de las propiedades no solamente públicas sino también las privadas. Es necesario que los titulares de las que se encuentran en estado de abandono sean solidarios con los demás vecinos, sin que se conviertan en focos de problemas por acumulación de basuras que provocan plagas»Dasí habló también del problema de las narcosalas y las condiciones infrahumanas en las que viven familias en el barrio, en casas ocupadas ilegalmente. Los propietarios privados pueden pedir licencia de obras amparados en la normativa del Plan General de 1988, aunque la parte de las propiedades públicas es determinante para que arranque la regeneración del sector inmobiliario de estos barrios del Marítimo.
«Nos preocupa también el estado de las viviendas publicas y seguimos solicitando al Ayuntamiento un plan de inversiones hasta finalizar este mandato. Ya sabemos que el 7% de las propiedades municipales van ser rehabilitadas en los próximos meses. ¿Tiene el Ayuntamiento un plan para el 93% restante?» se preguntó la entidad.
El gobierno municipal ultima una permuta con la empresa Plan Cabanyal para recibir solares destinados a equipamientos públicos, a cambio de entregar viviendas. Pero quedará un resto importante, la mayoría, donde se desconoce si saldrán a subasta, habrá promociones públicas o se les dará salida en el mercado con cooperativas. Esta decisión es la que demandan los residentes. «Hoy por hoy el abandono de las casas de propiedad municipal y particulares hace ampliar la degradación del barrio», aseguran.
Los residentes insisten en la necesidad de «la obligación de la policía de denunciar este tipo de situación, ante la pasividad de los propietarios. Los propietarios que mantienen sus casas abandonadas repletas de basuras, como resultado de ser ocupadas ilegalmente, tienen que ser consciente del prejuicio que ocasionan».
Para los vecinos no es sólo un «problema de seguridad sino también de sanidad», por lo que demandaron una «actuación coordinada de las concejalías para denunciar ese tipo de situación que ocasiona problemas de salubridad e incendios», en referencia al ocurrido en la calle Escalante la pasada madrugada.
Acerca de las obras de reurbanización, están prácticamente terminadas desde la avenida Mediterráneo hasta la plaza Armada Española, mientras que en la parte norte todavía hay tramos en ejecución. Faltarán también algunas transversales y actuaciones en zonas tan degradadas como la propia calle San Pedro, donde se concentran buena parte de las propiedades municipales, convertidas en solares.
En cuanto al Plan EDUSI, hay más de una treintena de intervenciones aprobadas, aunque lo único que ha salido a licitación es la renovación del sistema de aire acondicionado del mercado del Cabanyal. Todo lo demás está en proyecto o ni siquiera se ha encargado por la falta de solares disponibles. La Unión Europea ha fijado un plazo de dos años para entregar las subvenciones, por lo que cualquier retraso es un riesgo.