La lista encabezada por David Bonvehí para integrar la nueva dirección del PDeCAT se ha impuesto con el 65,27% de los votos de la Asamblea Nacional del partido, con un significativo voto de castigo, del que se ha beneficiado la candidatura alternativa liderada por David Torrents (28,9%).
? Pascal renuncia a la dirección del PDeCAT: «No tengo la confianza de Puigdemont»
Después de la renuncia de ayer de Pascal a aspirar a la secretaría general del partido ante las presiones de Puigdemont, la confección final de la lista oficialista ha dado un giro significativo de última hora.
Con el beneplácito de Puigdemont, Bonvehí ha podido confeccionar una candidatura con menor peso del sector crítico del que se esperaba -de hecho no pueden figurar en la dirección los consellers Miquel Buch y Damià Calvet, al haber rechazado el plenario de la asamblea una enmienda que relajaba el régimen de incompatibilidades- y con numerosa presencia de colaboradores de Pascal.
De entrada, por detrás de los candidatos a la presidencia y a la vicepresidencia, la lista la encabezan tres estrechos colaboradores de Pascal en la dirección ejecutiva saliente: Ferran Bel, Montserrat Candini y Maria Senserrich.
De hecho, están en la candidatura de Bonvehí la práctica totalidad de los miembros que formaron parte de la dirección de Pascal, incluidos Vanessa Ferrer, Lluís Soler, Dolors Tella, Xavier Fonollosa, así como dos nombres que ayer se daba por hecho que no podrían estar por motivos personales: Lluís Font y Meritxell Ruiz.
También se han incorporado otros nombres que han colaborado hasta ahora estrechamente con Pascal, como David Font o Marc Solsona.
El sector crítico, por el contrario, queda reducido a unos pocos nombres y, lejos de la euforia de ayer tras la renuncia de Pascal, fuentes de este grupo -abanderado por la corriente interna Moment Zero, con Joan Ramon Casals como cara visible- consultadas por Efe han lamentado que el diseño final de la cúpula haya quedado «flojo».
De los críticos se incorporan Meritxell Budó, Francina Vila y Lourdes Ciuró, además de contar con la diputada en el Congreso Míriam Nogueras en la vicepresidencia, avalada por Puigdemont, pero en cambio quedan fuera los consellers Miquel Buch y Damià Calvet, ya que el plenario de la asamblea ha rechazado una enmienda que pretendía relajar el régimen de incompatibilidades para permitir que los miembros del Govern pudieran formar parte de la dirección.
Además de Bonvehí y Nogueras, Puigdemont también sitúa a otros nombres de su máxima confianza en la dirección, entre ellos el del diputado de JxCat Lluís Guinó.
En la lista, de 30 nombres, también figuran Carles Agustí -procedente de la corriente Generació Llibertat-, así como el diputado en el Congreso Antoni Postius, entre otros.
La lista alternativa está liderada por David Torrents, que aspira a la presidencia, y Lola Mata, candidata a la vicepresidencia.
Torrents fue elegido hace dos años como presidente local del PDeCAT en Badalona y el pasado abril concedió una entrevista a TV3 como mosso d’esquadra en excedencia en la que alertó de que, a su juicio, con la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña, entonces vigente, la ciudadanía estaba menos protegida.
La número dos de la lista, como candidata a vicepresidenta, es Lola Mata Gil, que es de Sant Cugat del Vallès (Barcelona) y forma parte de la federación de las comarcas de Barcelona.
La lista, completada con otros 21 militantes poco conocidos, no tiene opciones de victoria, pero sus impulsores han dado el paso como forma de protesta por el hecho de que deban votarse listas cerradas y bloqueadas, en lugar de listas abiertas.
Paralelamente, la comisión delegada que deberá encargarse de pilotar la integración del PDeCAT en la Crida Nacional per la República, impulsada por Carles Puigdemont, y que estará formada por los tres exconsellers presos –Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn- y el extitular de Cultura Lluís Puig, en Bélgica, ha sido avalada por el 93,9% de los votos.
Previamente, en la sesión plenaria de hoy, la Asamblea del PDeCAT ha validado, en una votación ajustada, que el objetivo ya consensuado de «hacer efectiva la república» se lleve a cabo «lo antes posible», en vez de que sea de forma «inmediata».
En la jornada de ayer, los asociados aprobaron en la comisión de la ponencia ideológica una enmienda para que en los estatutos figure el objetivo de «hacer efectiva la república», pero se elevó a la sesión plenaria de hoy la decisión sobre si debía hacerse de forma «inmediata» o «lo antes posible».
Fuentes del partido han indicado que el plenario ha aprobado finalmente que sea «lo antes posible», mientras que la propuesta de que fuera de forma «inmediata» ha sido rechazada, aunque solo por 9 votos de diferencia.
Asimismo, según fuentes demócratas, la Asamblea ha acordado la posibilidad de bloquear la agenda del Gobierno de Pedro Sánchez, a través del grupo del Congreso o por otras vías, si se considera que el Estado no ha frenado la «represión» contra los líderes soberanistas.
Así, la Asamblea del PDeCAt ha aprobado incluir de nuevo en los estatutos de la formación que no se descarte la vía unilateral a la hora de buscar «la forma más rápida y efectiva de crear una República catalana». Esa mención a la unilateralidad ya figuraba en los estatutos que se aprobaron en el congreso fundacional del PDeCAT hace dos años, pero la dirección tuvo que eliminarla para poder inscribir a la formación en el registro de partidos del Ministerio del Interior.
Por esa misma razón, la unilateralidad tampoco fue introducida en las ponencias que elaboraron los comités redactores designados por la dirección, pero la Asamblea de asociados reunida hoy en sesión plenaria ha introducido hoy una enmienda que recupera ese concepto.
Con los cambios, el texto aprobado hace alusión al referéndum del 1 de octubre e indica que «su mandato democrático obliga a los representantes del pueblo catalán a buscar la forma más rápida y efectiva de crear una República catalana, preferiblemente con el acuerdo del Gobierno español pero sin renunciar al ejercicio unilateral del derecho a la autodeterminación del pueblo de Cataluña».
Fuente: La Razón