Los falleros rechazan retrasar la salida de los jurados el jueves
El temporal derriba dos monumentos en Quart de Poblet y Sueca y parte de un remate de la comisión Molinell-Alboraya
Se prevé que el temporal de lluvia y viento que ayer azotó la ciudad amaine hoy, pero a su paso ha dejado una senda desoladora en decenas de fallas. Las de la sección Especial han sido las más afectadas por los desperfectos en la pintura provocados por la lluvia que cayó durante todo el día. El artista de Convento Jerusalén-Matemático Marzal, Pere Baenas, aseguró que ahora tendrán que trabajar «el triple» mientras uno de los presidentes de la comisión Sueca-Literato Azorín, José Pedro Ros, reconocía estar «fastidiado» por los daños en el monumento que firma Javier Álvarez-Sala.
El maestro mayor del Gremio de Artista Falleros, José Ramón Espuig, pedía comprensión a las comisiones: «Ni en quince días podríamos dejar las fallas en perfectas condiciones». El gremio también insistió en que se detuvieran los trabajos hasta el mediodía de hoy ante el riesgo de rachas de viento de hasta 80 kilómetros por hora que se preveían en la mañana de hoy. El temporal provocó, asimismo, el derribo de dos monumentos, uno en Sueca y otro en Quart de Poblet, y la caída de parte del remate de la falla que planta la comisión Molinell-Alboraya.
Ante esta situación, la Junta Central Fallera (JCF) decidió convocar una reunión de urgencia con representantes del Gremio y de la Interagrupación, que se celebró a última hora de la noche. «Queremos evaluar todas las opciones que hay y cualquier medida que pueda beneficiar a los artistas y a las comisiones falleras en compensación por el mal tiempo y los efectos que pueda tener», aseguró el concejal de Cultura Festiva y presidente de la JCF, Pere Fuset.
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La decisión que se tomó, informaron fuentes municipales, fue «agradecer la oferta realizada a comisiones y artistas, e igualmente declinar esta excepcionalidad al entender que podía no tener el efecto deseado sobre las Fallas y podría suponer involuntariamente una presión sobre los artistas en las últimas horas de la plantà». La opción era que el jueves, los jurados empezaran a ver fallas más tarde de las ocho de la mañana. Sí que se confió en su capacidad para distinguir «entre los posibles defectos del trabajo y las imperfecciones generada por el agua y el viento», para hacer un llamamiento a los falleros y su sensibilidad con el trabajo de los artistas.
Las comisiones más afectadas por los desperfectos en la pintura que provocó el viento fueron Convento y Sueca, dos de las fallas con más solera de Especial. En la comisión de La Roqueta, su presidente, Santiago Ballester, reconoció que la lluvia «ha afectado bastante» a la pintura. «Tuvimos que guardar figuras en los casales para evitar más daños, pero sabemos que Pere (Baenas) va a traer a todo el equipo y la va a dejar perfecta. Lo que está subido es lo que habrá que retocar», dijo.
Tocados también en Malvarrosa-Ponz-Cavite con algunas piezas con burbujas por el agua a pesar de haber sido barnizadas con anterioridad. «Habrá que hacer un esfuerzo sobrehumano pero lo lograremos entre todos», señaló su artista, Alberto Ribera, al que le faltan horas de sueño. Por ejemplo, la falla Port de Silla con la que también trabaja, y que se vio afectada por el agua, ya se ha ofrecido a echar una mano «donde haga falta». «Esa es la grandeza de las fallas», dijo.
También en Ruzafa, Sueca-Literato Azorín miraba con aprensión el cielo. «Aceptamos que contra esto no se puede luchar», decía Ros con resignación, que reconocía que todas las fallas «están tocadas». Ros cree que el viento no ha de preocuparles porque sus piezas están ancladas en varios puntos, por lo que la caída de la falla es complicada.
A quien sí preocupa el viento es al maestro mayor del gremio. Espuig miraba con aprensión el cielo y aseguraba: «Queremos hacer entender a los presidentes que no podemos hacer nada». «Harían falta como quince días para dejarlo todo en perfectas condiciones, hay piezas que no se pueden salvar», decía, para asegurar que es «totalmente imposible acabar como Dios manda».
Tanto es así que el gremio de Valencia, Burriana y Alicante emitió un comunicado conjunto en el que urgía a los artistas a detener la plantà «al menos hasta la tarde de hoy, pues se esperan ráfagas de viento que pueden alcanzar los 80 km/h». «Destacamos que nuestros agremiados son profesionales competentes y sólo ellos saben cuándo las piezas tienen o no arreglo por los desperfectos que se pudieran ocasionar debido a las inclemencias meteorológicas», indicó el gremio.
Sin embargo, la mayoría de los artistas tiene previsto retomar hoy el trabajo para avanzar en el montaje y cumplir con los plazos, pues mañana los monumentos infantiles tienen que estar listos y el jueves, los grandes. Es lo que hará, por ejemplo, Sergio Musoles en Reino de Valencia-Duque de Calabria, donde la lluvia no causó muchos daños porque el fin de semana avanzó los trabajos para dejar todo sellado y evitar filtraciones. «Alguna burbuja hay pero se puede solucionar», indicó.
Lo mismo apuntaba el artista Emilio Miralles, que planta con Federico Mistral-Murta. «Hay algún desperfecto en pintura pero que arreglaremos cuando se seque», señaló. Ayer aprovechó la jornada para ir avanzando con el traslado de piezas a otras comisiones, como Maestro Rodrigo o Marqués de Montortal.
En el caso de Julio Monterrubio, para L’Antiga de Campanar, reconocía algún deterioro «mínimo y subsanable una vez se seque la pintura». Explicó que no se había descolgado la pintura de ningún ninot. Retomará hoy los trabajos. Lo mismo sucedió en Na Jordana, con deterioros en alguna parte como alguna abolladura en la pintura, pero «lo justo», puntualizó su presidente, Pere Borrego, a Europa Press.
Sí que se vio afectado el monumento de la comisión Molinell-Alboraya, ya que las manos de uno de los ninots del remate (un niño con un estandarte fallero) se rompieron y, al caer, provocaron daños en la cara de una de las figuras principales de la obra que planta Javier Arévalo. Y, por precaución, la comisión Cuba-Literato Azorín decidió cancelar el encendido de las luces.
La parte más negativa del temporal de lluvia y viento se la llevaron los dos monumentos derribados en de Quart de Poblet y Sueca. En el primer caso, la afectada fue la comisión Pío XII-Jaume Roig, que vio caer su ninot principal. En Sueca la damnificada fue la falla Verge de Sales, en Sueca, donde el remate central se partió por la fuerza del viento y se precipitó al suelo, sin que se pueda recuperar. «Habíamos empezado antes porque la falla era más grande de lo habitual», señaló el presidente de la comisión, Manuel Micó. Ahora sólo les quedan los ninots de la parte baja pero colocarán un cartel grande para que la gente pueda ver cómo iba a ser la falla.
También se han quedado desilusionadas las falleras mayores de Alzira, que esperaban que comenzaran las mascletaes en la ciudad. Por primera vez se dispararía una semana entera pero las lluvias provocaron que se suspendiera la primera.