La Moma y els Momos

LA MOMA I ELS MOMOS.

En los días siguientes veremos algunas de las danzas que se bailan en la llamada Cabalgata o Convite del Corpus, la “Cavalcada de les Dansetes”. Las veremos interpretadas en un marco claustral, aunque habitualmente se bailan en las calles.

El Corpus en Valencia no se celebra el jueves sino el domingo siguiente.
La celebración comienza el domingo por la mañana con una misa pontifical.
Acto seguido, a las 12, tiene lugar la Cabalgata del Convite, de la que se tiene noticia desde 1516.

Constituía una invitación que hacían los Jurados de la Ciudad, por medio del «Capellà», a las autoridades y al pueblo, para que asistiesen a la Procesión General de la tarde.

En la Cabalgata se suceden las danzas, tanto de niños como de adultos, todas ellas de gran antigüedad y contenido simbólico, a ritmo de tamboril y dulzaina.

El momento central del desfile es la danza de “la Moma i els Momos”.
Es una danza ritualizada que constituye una alegoría de la lucha entre el Bien y el Mal, entre la Virtud y los siete pecados capitales, lo angelical acosado por lo demoníaco, que termina con el triunfo de la Virtud sobre los Pecados.
Se trata de un baile didáctico-religioso y es el que mejor cuadra en el entorno religioso de la festividad del Corpus Christi.

La Virtud o «Moma», elemento central de la danza, es un misterioso personaje vestido de blanco, ataviado al estilo valenciano del siglo XVIII. Cubre su rostro con antifaz y pañuelo blancos y sobre la cabeza lleva una corona dorada y flores. Sostiene un cetro con el escudo de la ciudad.

Los Pecados o «Momos» llevan túnica corta roja con adornos en negro, calzones con rayas horizontales amarillas y negras y sombrero cónico hecho con tiras de tela amarillas, rojas y blancas, que evoca a un dragón. Se cubren la cara con un velo negro. Su vestimenta se remonta al siglo XVII. Empuñan bastones.

La Moma danza dando vueltas sobre sí misma, mientras que los Momos giran a su alrededor, amenazantes, cercándola y acosándola con los palos. Realizan un baile de bastones que marca el enfrentamiento y que concluye cuando los Pecados se rinden y se inclinan ante la Virtud. Entonces la Moma toca con el cetro la cabeza de los Momos, arrodillados.

Esta danza se representó por primera vez en Valencia en 1459, con ocasión de la entrada de Juan II en la ciudad. Pudo ser una adaptación de un espectáculo preexistente al que se modificó su significado, cristianizándolo, aunque sus antecedentes no son claros. Quizás un baile guerrero. Momus era el dios de la burla en Roma, una adaptación del Momos griego. En el teatro de los siglos XV-XVI, «momo» era la denominación que se daba a unas piezas breves que se representaban en Navidad y Pascua en las fiestas de la nobleza.

La incorporación permanente de esta danza al desfile tiene lugar en el siglo XVI.
Es la danza más emblemática del Corpus.


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