La OTAN no se va, de momento, de Afganistán

“Es demasiado pronto”. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha avisado de que aún no se puede aventurar si el Gobierno afgano podrá firmar un acuerdo definitivo de paz con los talibanes. Lo que sí tiene claro es que lo que no se negocia es “una fecha de salida” de las fuerzas internacionales y que cualquier cambio en la presencia de la OTAN se decidirá en función de las condiciones sobre el terreno. “Lo que está claro es que entramos en Afganistán juntos y juntos determinaremos nuestra postura futura en base a las condiciones que determinaremos con los afganos”, avisó este martes en la rueda de prensa previa a la reunión de dos días de los ministros de Defensa aliados.

Con un Donald Trump haciendo las maletas, la incertidumbre se cierne sobre el país. Stoltenberg insistió en dar un mensaje de unidad y de respaldo a los esfuerzos del Gobierno afgano para negociar la paz. La OTAN apoyará estos esfuerzos, dijo, prestando apoyo a las fuerzas afganas para “crear las condiciones para una solución pacifica” y que los talibanes sepan que no podrán ganar “en el campo de batalla” y deberán sentarse a la mesa del diálogo. “Esto no va de negociar una fecha de salida”, ha recalcado el secretario general aliado, aunque ha admitido que el acuerdo de paz podría tener “implicaciones” para la presencia de las fuerzas internacionales, algo que los aliados decidirán “juntos” en base a condiciones a determinar con los afganos. Stoltenberg ha insistido en que el obejtivo de los aliados nunca fue quedarse “para siempre” sobre el terreno, sino contribuir a “combatir el terrorismo” y “crear las condiciones para una solución pacífica” al conflicto entrenando, apoyando y asistiendo a las fuerzas afganas.

La OTAN puso fin a su operación de combate en Afganistán a finales de 2014 pero dejó sobre el terreno una misión de entrenamiento, asistencia y apoyo a las fuerzas de seguridad afganas, que en los últimos meses se ha reforzado en 3.000 efectivos, hasta los 16.000 por el empeoramiento de la situación sobre el terreno, que sigue siendo “difícil”, ha admitido Stoltenberg. Estados Unidos aporta el grueso de las fuerzas para la misión, cerca de 8.500 efectivos, pero también presta apoyo clave para garantizar la presencia de otros aliados sobre el terreno como apoyo aéreo en el caso de las fuerzas alemanas y cualquier decisión que tome Washington sobre cualquier reducción o salida de sus fuerzas tendrá un impacto en el resto. España aporta 40 efectivos a la operación.

Adaptarse a un mundo “con más misiles rusos”

El otro gran punto a tratar en el encuentro de los responsables de la Alianza será diseñar su estrategia ante el más que probable final del tratado para la eliminación de misiles de medio y corto alcance (INF), ante el incumplimiento de Rusia y el anuncio de Washington de abandonarlo en seis meses. “Discutiremos qué pasos debería tomar la OTAN para adaptarse a un mundo con más misiles rusos, a un mundo sin INF”, declaró Stoltenberg. Éste aseguró que la organización quiere “mantener una disuasión y defensa efectivas”, pero no quiso “especular sobre qué pasos” dará a partir de ahora. “Cualquier paso que demos será coordinado, mesurado y defensivo”, indicó, al tiempo que aseguró: “No tenemos intención de desplegar nuevos misiles nucleares de emplazamiento terrestre en Europa”. Según el secretario general de la Alianza, ésta sigue “comprometida con un control de armas significativo y los esfuerzos de no proliferación”. “La OTAN no quiere una nueva carrera armamentista. No va en interés de nadie”, comentó.

Eso a pesar de que Moscú “sigue desarrollando y desplegando varios batallones del misiles SSC-8” en suelo europeo, “a pesar de los esfuerzos de EE UU y otros aliados durante muchos años para animar a Rusia a volver a cumplir” el tratado INF, denunció. “Todos sabemos que un tratado que sólo respeta una parte (EE UU) no puede mantenernos seguros”, añadió, y justificó en ese contexto que Washington haya anunciado, “con el completo apoyo de todos los aliados de la OTAN”, su intención de retirarse del INF. No obstante, Rusia “tiene una última oportunidad de tomar un camino responsable. De volver a cumplir y salvar el tratado INF. Urgimos a Rusia a aprovechar esta oportunidad”, dijo Stoltenberg.

Fuente: La Razón

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