La negativa de la empresa de patinetes eléctricos Lime a retirar los vehículos estacionados en las aceras de Valencia acabó ha llevado a la intervención de la Policía Local y una sanción municipal de más de 17.000 euros.

Pese a que en un primer momento -dado el ultimátum lanzado por el Ayuntamiento ayer martes- todo apuntaba a que la compañía recogería los patinetes hasta resolver la deficiencia administrativa, a media mañana de hoy, los agentes se vieron obligados a recorrer la ciudad en busca de los que estaban aparcados ilegalmente y a trasladarlos al depósito municipal.

En total, los agentes decomisaron un total de 48 y se levantaron 20 actas de denuncia (750 euros por multa, es decir, 15.000 euros, más 122 euros por cada intervención policial para la retirada y transporte de los patinetes, otros 2.440 euros a lo que habría que sumar los 1,05 euros al día por el depósitos en las dependencias policiales).

Cumplir la ordenanza

El Ayuntamiento defendió la retirada en virtud del artículo 12 de la Ordenanza de Dominio Público de Valencia, que exige a las empresas que quieran realizar su labor en la vía pública una autorización municipal, de la que Lime carece.

La empresa norteamericana (respaldada por Google y Uber) había desplegado 200 patinetes por la ciudad hace unos días. Según el alcalde de Valencia, Joan Ribó, utilizaban «el espacio público que es de todos», por lo que debía «respetar las normas», que, además, recordaba que cualquier actividad económica que se realice en el espacio público ha de tener permiso de actividad.

Fuente;: La Razón