La empresa emergente valenciana “Be More 3D” ha presentado esta mañana la primera casa construida en España con una impresora 3D, una vivienda de 24 metros cuadrados edificada como modelo piloto junto a la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV).
Según el director ejecutivo (CEO) de “Be More 3D”, Vicente Ramírez, la casa, tercera del mundo construida de forma digitalizada, ha sido levantada mediante una impresora de hormigón de 7 metros de ancho y 5 de alto, la primera impresora 3D patentada en España.
“Funciona como una manga pastelera de hormigón que se va moviendo y superponiendo capas, una detrás de otra. Después las capas se funden y se consigue un muro de hormigón armado de una forma más rápida”, ha explicado Ramírez.
Ha resaltado que este revolucionario sistema se diferencia de otras impresoras 3D en que es más “modulable y versátil” y además es fácil de transportar y de montar, lo cual ha permitido imprimir la casa en el mismo sitio en que se va a levantar, a diferencia de otras máquinas de este tipo, que construyen los muros en un lugar pero luego hay que transportarlos a la parcela donde se vaya a edificar el inmueble.
Esta máquina ofrece múltiples ventajas a la hora de construir edificios. Según Ramírez, con ella se pueden reducir los tiempos de construcción, ya que “la estructura puede hacerse entre 7 y 12 horas, y el tiempo de construcción de la casa al completo puede ser de entre mes y medio y dos meses”.
A su vez, este nuevo modelo de construcción minimiza los residuos de construcción, ofreciendo un modelo ecológicamente más viable. Además, los costes de producción pueden reducirse “en torno a un 35 %”, ha recalcado.
Ha destacado igualmente que este nuevo sistema “promueve puestos de trabajo”, ya que “la máquina no hace magia: lo que hace es imprimir los muros de carga, ahorrando tiempo y dinero, pero luego hacen falta albañiles, electricistas, fontaneros…”, ha precisado. Además, se reducen los riesgos laborales, ya que “no hace falta trabajar en alturas porque la máquina lo ejecuta todo”.
La empresa “Be More 3D” fue fundada en 2015 por cuatro antiguos estudiantes de Ingeniería de edificaciones en la Universidad Politécnica de Valencia que querían aplicar los estudios recibidos con la nueva tecnología de impresión en 3D. Tras este primer prototipo, planean seguir construyendo viviendas con impresoras 3D para sacarlas al mercado.
En 12 horas es posible construir una vivienda unifamiliar de 60 metros cuadrados | Cuatro jóvenes de la UPV han diseñado, patentado y construido una impresora 3D de hormigón
El esfuerzo tiene sus frutos. Así lo han vivido los cuatro jóvenes de Be More 3D, la Startup que ha conseguido imprimir en 3D la primera vivienda unifamiliar de España. Tres ingenieros de la edificación, junto con un ingeniero en electrónica y automatismo, todos de la Universitat Politècnica de Valencia, son los responsables de esta empresa, dedicada a la impresión en tres dimensiones con plásticos, y que está detrás del diseño, patente y construcción de la primera impresora in-situ en tres dimensiones de hormigón de España, y de las pocas que existen en el mundo.
“Acabamos los estudios en plena crisis y decidimos crear una Startup enfocada al diseño, prototipado e impresión 3D con plástico”, asegura Vicente Ramírez, director ejecutivo de Be More 3D. Pero, “en poco tiempo nos dimos cuenta que lo que verdaderamente nos gustaba e ilusionaba era la construcción, de ahí nuestros estudios”. Y cargados con ilusión -y gracias al autofinanciamiento a través de la producción y venta de productos plásticos impresos en tres dimensiones-, en menos de un año, realizaron esta impresora dedicada a la construcción.
Y ahora, unos días después de la finalización de la vivienda, aún les queda mucho camino. El siguiente paso, dentro de ese proyecto piloto de Acciona, es realizar una pequeña edificación, una garita de portería, adherida a una gran zona de viviendas en Madrid, “lo que permitirá testar el proyecto en una promoción de inmobiliarias real”, confirma su director. También están gestionando la inyección de capital para seguir realizando nuevos materiales y dispositivos de impresión 3D, “para poder llegar a realizar una segunda planta, y mejorar el sistema constructivo de la impresora”, puntualiza el joven.
Paso a paso. Vicente Ramírez desvela las claves de la impresora 3D de hormigón
– ¿Cómo funciona?
– “Esta impresora 3D se puede llevar a todas partes, por lo que simplemente hay que desmontarla y volver a montarla sobre el terreno en el que se va a edificar. Cuando llegamos al terreno, se prepara una solera de cimentación y luego montamos la máquina en unas tres horas entre tres o cuatro operarios. Lo primero es abastecer de material la máquina y empezar a imprimir como en una impresora de 3D normal. Después de la construcción de la estructura de la casa, cerramiento exterior y particiones interiores estructurales, y luego sobre esos muros se podría poner el forjado o subir otra planta impresa en 3D y después el tejado. Finalmente lo que quedaría sería revestir, instalaciones, equipamento y acabado”.
– ¿Qué implica la construcción en 3D?
-“Entre las mejoras que supone la construcción con impresión 3D están la reducción de costes del 35%, reducción de tiempos de entrega -la construcción de la estructura de una vivienda normal tardaría unas tres semanas, mientras que con la impresora se realiza en un día-, menos riesgos laborales y contaminación, ya que funciona con electricidad y el material de residuo en casi 0”.
– ¿Esto va a perjudicar a los puestos de trabajo?
-No. Al contrario, lo que hace es promover sitios de trabajo, porque permite que un particular se pueda construir una vivienda de 60/70 metros cuadrados por precios que oscilan entre 50.000 y 60.000 euros, mientras que un constructor normal pediría unos 150.000 euros. Por lo que, los albañiles que estaban sin trabajar, consiguen introducirse en el mercado laboral. La máquina no hace magia, hace la estructura, pero luego tiene que entrar el albañil, el fontanero, electricista… En verdad, con esta nueva tecnología estamos promoviendo puestos de trabajo obsoletos…
-Aplicaciones en el mercado…
-“Las aplicaciones en el mercado es de viviendas unifamiliares de una o dos plantas aisladas. También podemos hacer una promoción de viviendas adosadas. Hoy por hoy levantamos una planta, y para el próximo año estamos gestionando la construcción de una impresora que llegue hasta dos plantas”.
– ¿Se podría aplicar a una vertiente más social?
-“Sí, claro. Una de las iniciativas más chulas por las que iniciamos este proyecto era pensando en una zona devastada por una catástrofe natural o militar…puedes meter en un contenedor marítimo dos o tres máquinas de las nuestras y empezar a construir casas refugio. En zonas devastadas por huracanes se puede incluso utilizar los escombros como material de aporte para construir las nuevas viviendas. En unas cinco horas podrías hacer un refugio cuadrado de 5×5 y dos metros de altura y tener un refugio para que las personas no tengan que dormir al raso”.
Fuente: Valencia Noticias