Unas 90 tumbas del cementerio judío de Quatzenheim, localidad cercana a Estrasburgo, han aparecido este martes profanadas con esvásticas y otros eslóganes antisemitas, horas antes de las marchas y actos contra el antisemitismo que estaban programados en toda Francia. Entre ellos, la visita programada del presidente Emmanuel Macron al Memorial del Holocausto en París junto a los presidentes del Senado y de la Asamblea Nacional, en la que quería subrayar que el antisemitismo “es la negación de la República y de Francia”, en palabras del propio presidente.
La profanación de tumbas obligó a Macron a cambiar su agenda, y visitar primero el cementerio de Quatzenheim, que data del año 1795. El presidente francés caminó con gesto serio por el recinto, cruzó una puerta con una esvástica grabada y contempló las pintadas. “Es importante para mí estar hoy aquí con vosotros hoy”, dijo a las autoridades locales y miembros de la comunidad judía. “Quien quiera que haya hecho esto no es digno de la República francesa y será castigado. Tomaremos medidas, aplicaremos la ley y les castigaremos”, añadió Macron.
La creciente oleada de estos ataques ha encendido todas las alarmas en Francia, actos definidos por varios comentaristas como una nueva forma de antisemitismo entre la extrema izquierda y los predicadores islámicos. Francis Kalifat, responsable de Crif, una organización que representa a la comunidad judía de Francia, dijo que el “antisionismo” debe considerarse como algo similar al antisemitismo. ”Si quieres tener una lucha efectiva contra el antisemitismo, necesitas poder luchar contra todas sus formas. No es suficiente luchar contra el antisemitismo de la extrema derecha, o el de la extrema izquierda o los islamistas. Tenemos que luchar contra todas las formas, y eso es lo que estamos esperando de los líderes políticos“, declaró.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, también emitió un comunicado en respuesta al ataque al cementerio de Quatzenheim. “Hago un llamamiento a todos los líderes franceses y europeos para adoptar una posición más firme contra el antisemitismo”, dijo en un vídeo grabado en hebreo. “Es una epidemia que afecta a todos, no sólo a nossotros. Debe ser condenada en todos los sitios y a todas horas”
Pese a que Francia es uno de los destinos de la emigración judía en los últimos años, con la mayor comunidad en Europa -formada por unos 550.000 miembros-, todavía se producen ataques a esta comunidad que conmocionan a la sociedad gala. El hecho agravante es que estos empiezan a ser cada vez más frecuentes. Según datos difundidos la semana pasada, en 2018 se produjeron en el país 541, un 74% más que el año anterior. El pasado sábado, varios “chalecos amarillos” fueron grabados insultando al escritor Alain Finkielkraut, hijo de un superviviente del Holocausto, para que días después unos carteles con la imagen de Simeone Veil, una superviviente del Holocausto, aparecieran con esvásticas pintadas. Estos actos alteran la estabilidad de un país que no ha cerrado del todo las heridas dejadas por su papel en la Segunda Guerra Mundial y su colaboración con los nazis.
Fuente: La Razón