La publicidad es una fuente de ingresos para algunas comisiones, sobretodo las que más presupuesto destinan a la falla.
Sin esos ingresos muchas de las grandes obras que visitamos no podrían realizarse aunque estas grandes comisiones también obtienen otra serie de ingresos a través de cuotas, loterías y demás partidas que completan el presupuesto anual.
Hasta ahí muy de acuerdo y apoyo al máximo que cada vez más empresas aprovechen el filón para publicitarse en una fiesta mundialmente conocida y que hace apenas un año le fue concedida el reconocimiento de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Pero para los que nos gusta visitar fallas y disfrutar de la obra creada por un artista y su equipo esta publicidad “plantada” delante de la falla no tiene ningún sentido.
Creo que una obra debe poder ser observada en su totalidad, sin obstáculos que impidan apreciar la composición que el artista ha estudiado hasta el último detalle desde que fue concebida la obra. Creo que poner estos cartelones de publicidad delante de lo más importante que podemos exportar al mundo como es el trabajo de unos “artesanos del arte “y unas obras espectaculares le hacen un flaco favor a lo más esencial de nuestra fiesta, la falla.
Supongo que muchos estarán de acuerdo con esta reflexión y otros no tanto pero creo que se puede poner toda la publicidad que se quiera al lado de una obra sin necesidad de privarnos de poder admirarla y disfrutarla.