La puntilla electoral fue la gestión en Cataluña

El 31 de enero de 2013 ven la luz documentos supuestamente de la contabilidad del PP de los años 1990 a 2009, época en la que Luis Bárcenas era gerente y tesorero del PP. Se iniciaba el mayor de los ataques mediáticos que sufrirían. Unos meses después Bárcenas afirmaba ante el juez que fue él el que escribió de su propio puño y letra todos los apuntes que aparecían reproducidos en los medios, con los que pretendía implicar al presidente del Gobierno. En junio, Bárcenas ingresaba en prisión. La repercusión del caso Bárcenas traspasó fronteras, y en España se alcanzaron niveles de tensión política no conocidos hasta entonces.

En el periodo enero-abril de 2013, la expectativa electoral del PP bajó del 33,4% al 31,0%. Tardaría más de un año en recuperar el porcentaje de voto previo al estallido de los papeles de Bárcenas. El 27 de octubre de 2014 es detenido Francisco Granados, presunto cabecilla de la trama Púnica. Granados fue secretario General del PP de la Comunidad de Madrid entre 2004 y 2011, además de senador y número dos de Esperanza Aguirre.

Ese mismo mes los medios se hacen eco de un nuevo escándalo, las tarjetas black de Bankia.

Previamente, en junio de 2014 la expectativa electoral de los populares se había recuperado del tema Bárcenas y se encontraba en el 33,0%. Pero estos dos escándalos la redujo en noviembre al 30,5% del voto.

En la tarde del 16 de abril de 2015 se produce el segundo «temblor» político de mayor envergadura de la legislatura, transmitido en directo por televisión; la detención del ex vicepresidente del gobierno y expresidente del FMI, Rodrigo Rato. La imagen de Rato bajo custodia policial da la vuelta al mundo. Tan solo han pasado 16 días desde la convocatoria de elecciones municipales y la precampaña y la propia campaña electoral ya quedarán marcadas por esta detención. Las elecciones tienen fecha cercana; el 24 de mayo. La influencia negativa en los niveles locales y regionales, está asegurada.

Los populares ya habían dejado atrás el efecto electoral negativo de Púnica y Black. Comenzaron el año con el 32,4% de expectativa de voto, pero el asunto Rato los llevó a su peor resultado desde 2011, al 29,2% del voto en mayo. En las elecciones municipales y autonómicas, los populares perdieron las principales alcaldías del país y varias CCAA.

Las elecciones generales de junio de 2016 dan un impulso al PP que mejora sus resultados de las elecciones de diciembre de 2015. Consigue alcanzar el 33,0% del voto. En los meses siguientes seguirá su tendencia alcista hasta lograr o rozar el 37,0% de los votos entre los meses de octubre de 2016 y abril de 2017. Pero esta carrera se ve interrumpida súbitamente. En la primavera de 2017 dos hechos coinciden en el tiempo, la crisis de gobierno en Murcia y la detención del ex presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. En Murcia, Ciudadanos amenaza al PP con una moción de censura si el presidente Pedro Antonio Sánchez no dimite. Tras varios días de incertidumbre, el presidente de la autonomía cede y dimite y se designa a un nuevo candidato del PP para presidir la región.

En la Comunidad de Madrid, en abril es arrestado por la Guardia Civil Ignacio González, junto con otras 11 personas, en el marco de la Operación Lezo.

El 26 de junio el presidente del Gobierno es llamado a declarar, en calidad de testigo, ante la Audiencia Nacional por el caso Gürtel. Rajoy manifiesta que no había ocupado jamás cargos contables en el PP, y que sus responsabilidades habían sido siempre de índole política, no económica y además no conocía al presunto dirigente de la trama, Francisco Correa.

En la encuesta de julio de 2017 se constata un importante retroceso electoral, cae al 34,2% del voto. Pero aún está por encima de su resultado de un año antes en las urnas, pero se aleja del 37% en el que se mantuvo desde el otoño de 2016 a la primavera de 2017.

Pero a los temas de corrupción se une desde la primavera de 2017 la rebelión de los secesionistas catalanes.

JxSí, ERC y CUP, con mayoría en el Parlament y en la mesa anuncian una reforma exprés del reglamento de la cámara catalana, que permitirá a los separatistas la tramitación de proposiciones de ley por el procedimiento de urgencia con tan solo la aprobación de dos grupos parlamentarios, cuando hasta hora requería de la unanimidad de todos. Su objetivo es la desconexión del resto de España sin debate parlamentario. El 20 de marzo el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, pide por carta al presidente del Senado dar una conferencia sobre el referéndum.

El 9 de junio, en el palacio de la Generalitat, tuvo lugar el anuncio público y oficial de la convocatoria de un referéndum para la independencia para el 1 de octubre. El 28 de agosto, los diputados independentistas de JxSí y de la CUP, que suman mayoría parlamentaria pero no de votos, presentan ante el Parlament el proyecto legislativo, denominado Ley de transitoriedad jurídica y fundacional de la república. El 6 de septiembre, los grupos independentistas presentaron su Ley del referéndum de autodeterminación vinculante sobre la independencia. Tras una tumultuosa sesión fue aprobada, pero el 8 de septiembre, la pretendida ley fue suspendida por el Tribunal Constitucional. El 10 de octubre de 2017, se presentó en el Parlament la Declaración de independencia de Cataluña.

En el sondeo electoral de octubre el PP sufre un nuevo correctivo, desciende al 31,4%. Ahora, por primera vez desde junio de 2016, se encuentra por debajo su resultado electoral en las generales de 2016. Cs comienza a despuntar en las encuestas.

El 27 de octubre de 2017 la Generalitat declaró unilateralmente la independencia. El Gobierno aplicó el artículo 155 de la Constitución. El 27 de octubre el Ejecutivo disolvió al Parlament y destituyó al Govern, y se convocaron elecciones autonómicas para el 21-D. Una vez celebradas éstas el PP continúa su descenso. El CIS de octubre de 2017 le pronosticaba un 28,0% y el de enero de 2018 un 26,3%. NC Report en octubre lo fijaba en el 31, 4%, a finales de diciembre en el 30, 0%. Con datos de dos institutos de opinión se coincide en establecer que el PP no había detenido su descenso. En los cinco primeros meses de 2018 la tendencia bajista continuó. En enero era del 27,9% y siguió cayendo hasta mayo, mes de la moción de censura, al 25,6%.

Fuente: La Razón

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