Sala de campanas de la torre del Miguelete. |
Lo que más sensación, emoción, y sentimiento me causó, fue justamente cuando las campanas callaban. Y sí, las campanas callaban, tranquilas, en paz, como si nada hubiera ocurrido, pero su sala, el Miguelete entero, era incapaz de absorber su sonido, su tañido, su alma y su espíritu. Su sonido reverberaba en la sala reflejándose en los muros del Miguelete, en sus piedras, en los campaneros, en mí…
Bóveda de la sala de la «presó», torre del Miguelete. |
El objetivo de esta entrada en el blog no es ni mucho menos el hablar de la historia y arquitectura del Miguelete, de eso ya nos ocuparemos más adelante, sino el de dar a conocer en primicia el hallazgo de una nueva campana en la torre, una campana que parece ser ha pasado desapercibida para todos, incluidos los campaneros de la Catedral, los historiadores y estudiosos, los canónigos y conservadores.
Esta curiosa y extraña campana apareció ante mis ojos al ampliar una de las fotografías que hice en la «presó», ampliación que realicé en busca de una marca de cantero en uno de sus sillares.
Y allí estaba, escondida para todos hasta este día. Esta campana, una marca grabada en la piedra y policromada en rojo, se encuentra en el hastial interiror izquierdo de la entrada del recinto, y desde luego, no es una marca nada usual.
Detalle de la ubicación de «la Remei» en la sala de la presó del Miguelete. |
Ya de por sí es más que curioso el encontrar marcas policromadas, como las esvásticas (de las que hablaremos en otra entrada) que se encuentran también en esta sala, pero que cuya representación, es más habitual y conocida que la de la campana.
He querido bautizar a esta pequeña campana como «la Remei» en honor a Nuestra Señora de los Remedios, patrona de los cautivos, y a quien según cuenta la leyenda, acudió San Juan de Mata cuando se encontraba en apuros económicos para el rescate de prisioneros, entregándole la Virgen una bolsa con dinero para poder completar su tarea. Esto ocurría en Valencia en el año 1202.
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