La tensión se dispara en Cúcuta por la ayuda

Cúcuta en Colombia, es una ciudad donde los contrabandistas mercadean con gasolina y comida. Es ahora también escenario de voluntarios, militares y periodistas que esperan que entre la ayuda humanitaria. Del otro lado «la jugada» se despliega en Caracas con puestos sanitarios instalados, y un ejército de voluntarios preparándose. Dos «caras» del mismo «tablero» donde el presiente interino Juan Guaidó, mueve ficha, afina estrategias para llegar al 23F. Ayer, bajo toldos instalados en distintos puntos del país, médicos generales, pediatras, nutricionistas, odontólogos y enfermeros atendieron a los vecinos de varias comunidades. La gente se mostraba ilusionada. Son los llamados «Toldos Humanitarios». Un buen calentamiento, simulacro en primera línea ante lo que puede venir el próximo sábado. Un movimiento que recordaba a los cascos verdes que atendían a los manifestantes durante las protestas de 2017.

«En los hospitales de Caracas no hay nada, aquí por lo menos me midieron la tensión», afirma Adela de 80 años, quien apenas se sostiene con bastón en la Plaza Altamira. «Nuestra tarea principal es llegar al millón de voluntarios para el 23 de febrero. De forma presencial en los puntos de encuentro o de manera activa por redes sociales», pidió Guaidó, reconocido como mandatario interino por 60 países, en un mensaje que envió a los 600.000 ya inscritos. Se esperan que estos voluntarios escolten la ayuda desde la frontera hasta diversos puntos del país.

Mientras a Cúcuta, llegaba ayer el senador republicano estadounidense Marco Rubio,–uno de los críticos más acérrimos del régimen cubano y venezolano– para supervisar el abastecimiento que se almacena en la frontera y que se espera sea enviado a partir del 23-F. Este sábado, tres aviones C-17 de la Fuerza Aérea estadounidense llegaban al aeropuerto de Cúcuta cargados con toneladas de suplementos nutricionales y kits de higiene. Cúcuta, junto a Curazao y el estado brasileño de Roraima, son los puntos de acopio, a los que se sumó el viernes Miami. Un funcionario de EE UU dijo que la ayuda asciende a más de 200 toneladas. Una cifra que el propio Maduro ha calificado como «migajas». Para contrarrestar anunció que arribaron el 14 de febrero 933 toneladas de medicamentos de Rusia, China y Cuba. Algo aún no constatado. En paralelo el puente de Tienditas, en la frontera Cúcuta-Táchira, permanece bloqueado del lado venezolano por contenedores atravesados. Pero no observa una fuerte presencia militar. Aunque Maduro amenazó con desplegar a las milicias urbanas por toda la capital. Una guerra fría con amenazas cruzadas que podría convertirse en una guerra de guerrillas.

Fuente: La Razón

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