LAS ENAGUAS (Les Sinagües): Confeccionadas normalmente en lienzo tejido en casa y adornadas en lienzo de tienda. Son piezas que se colocan directamente sobre la camisa en un numero nunca inferior a dos, sabiendo se que se ha llegado a llevar hasta ocho, en ocasiones muy especiales.
Para la confección de las enaguas, se necesitan unos cuatro metros de anchura. Van recogidas a la cintura por medio de pequeños pliegues encarados hacia a la parte trasera y en cuanto a la distribución podemos decir que dejan una tercera parte para la parte delantera y dos tercios para la parte trasera, quedando dos aberturas laterales de unos 25 cms., que irán rematadas, a ’igual que los cuerpos de les camisas, por festones. Para su sujeción se usaran cintas que recogerán la parte trasera y la ataran delante. La parte de delante cruzara por detrás, anudándose también delante.
La largaría ira en consonancia a la moda del momento de las faldas, siendo de unos 25–30 cms., desde la orilla hasta el suelo en el siglo XVIII y que prácticamente se alargaran hasta el suelo en los siglo XIX y XX
Las guarniciones que normalmente se colocan en la parte inferior de la enagua, están confeccionadas en telas de lienzo de tienda, batistas, etc. normalmente en forma de volante (Farfalar) acabando en puntas o en ondas. También podemos encontrar unos adornos consistentes, en una serie de cordones de algodón, colocados horizontalmente, así como una serie de lorzas, en un numero de dos o tres, colocadas para reforzar y mantener huecas las enaguas.
También es de lógica pensar que las enaguas, que van a ir mas al exterior, irán mas adornadas que las interiores.
Como comentábamos al referirnos al largo, será modificado en consonancia con la moda del momento, creando una evolución en la enagua que va desde el alargamiento de esta, hasta el recogido de todo el vuelo a la parte trasera para polisonar el traje, siendo profundamente adornadas con puntillas, entredoses, etc. con volantes que nacerán a partir de las rodillas, ya que para el largo que en los siglos XIX – XX se utiliza en las faldas, continuamente se tenia que estar levantando per a poder subir escaleras, etc.
Es pues, en esta época (siglos XIX – XX), donde aparece la ropa interior propiamente dicha, como son los calzones de mujer, conocidos vulgarmente por pololos, consistentes en calzones confeccionados en telas finas de algodón, hilo e incluso seda.
Hablando de las enaguas, no podemos olvidar las piezas que, poniéndose en ultimo lugar, incluso se quedaban totalmente al exterior, como son, els brials i les sayes.