Ingredientes para 4 personas
1 bonito de unos 800 gr, galeras, 3 patatas, 2 cebollas, 3 tomates medianos maduros, 1 cabeza de ajos, 3 tomates secos, perejil en rama, pimentón de hojilla, sal, agua y aceite de oliva.
Elaboración
La “Llandeta o Cruet”, palabras valencianas, es un plato típico de pescadores que se elabora mucho en la zona de Dénia, Xàbia y otras poblaciones costeras. Antiguamente se hacía con el pescado que se había pescado en el mismo día.
Las denominaciones populares de los nombres antiguos que se les daban a los platos son curiosas y tienen su sentido. El nombre de “Llandeta”, le viene porque antiguamente se preparaba en una bandeja de “llanda” (lata) y el de “cruet” (crudo) porque se cocina poniendo todos los ingredientes en crudo.
Plato sencillo y rápido que reunía a la familia o amigos alrededor de la mesa.
Una bandeja de horno (llanda) que embadurnamos su fondo con un buen aceite de oliva.
Pelamos y cortamos las patatas en láminas no demasiado finas y las repartimos como fondo en la bandeja. Colocamos las rodajas del bonito (se puede usar cualquier otro pescado) dándole un golpe de sal. La cabeza la reservo. Pelamos las cebollas y cortamos en rodajas finas que repartiremos sus aros por encima. Pelamos los tomates y cortamos también por encima. Los ajos, con piel les damos un golpe y repartimos los gajos metiéndolos entre los vacíos que se hayan formado en la bandeja. El perejil finamente cortado lo esparcimos por encima. Los tomates secos que hemos hidratado previamente en agua también los colocamos.
Repartimos las galeras, no antes sin haberles cortado con unas tijeras las esquinas para no pincharnos los labios al ponérnoslas en la boca. Ahora con una cuchara repartimos una buena dosis de pimentón de hojilla por encima esparciéndolo que escampe. Un vasito de agua y el medio donde hemos hidratado los tomates secos, y regamos con un fino hilo de un buen aceite de oliva, procurando que moje sobre el pimentón. Un poco de sal por encima. Todo en crudo (cruet). Al horno precalentado a 180º, 20 minutos justos.
El hecho de ponerle tomate seco es para acordarnos de los viejos sabores. Antiguamente hasta bien entrado el verano no había tomates como ahora que los hay todo el año. Se usaban los de colgar que se habían guardado y era muy frecuente poner en los guisos los tomates que en verano se habían secado al sol.
Fuente: vidamediterranea.es