Los audios de Villarejo pasan factura a Cospedal: deja la ejecutiva nacional del PP

La ex secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, ha renunciado hoy a su puesto en el Comité Ejecutivo Nacional de su formación «ante los múltiples ataques» que ha recibido estos días por las conversaciones mantenidas con el ex comisario Villarejo, y para «evitar que estos ataques se hagan extensivos» a su partido.

La ex secretaria general justifica las reuniones con el ex policía en su “obligación” de “tener toda la información posible acerca de los hechos que pudieran perjudicar” a su formación. “Mi lucha contra la corrupción que pudiera afectar a mi partido ha sido siempre una prioridad”, afirma.

Cospedal, que era hasta hoy vocal de libre designación en el Comité Ejecutivo, mantendrá su escaño en el Congreso de los Diputados, han indicado fuentes del PP.

Desde que la semana pasada se filtraran audios de unas conversaciones entre el polémico ex comisario Villarejo con María Dolores de Cospedal y su marido Ignacio López de Hierro, la situación se había vuelto insostenible para la ex ministra de Defensa y ex secretaria general del PP. El propio presidente del PP, Pablo Casado, para quien el apoyo de Cospedal fue clave durante las primarias del PP, se vió obligado a marcar distancias y a afirmar que su único compromiso era con la militancia y que no toleraría ciertas actitudes. Este mensaje dejaba definitivamente a Cospedal a los pies de los caballos.

La ex ministra de Defensa sabía desde hace semanas que iban a por ella pero no supo frenar las polémicas grabaciones e incluso llegó a confesar a sus amigos que lo que le pedía el cuerpo era «dejar la política».

Esta mañana, y ante unas nuevas filtraciones en las que se asegura que la secretaria general del PP ordenó a Villarejo expiar al hermano de Alfredo Pérez Rubalcaba, ya no ha podido aguantar más. Cospedal trasladaba al presidente del PP, Pablo Casado, la renuncia a su puesto en el Comité Ejecutivo nacional del PP, aunque no dejará su escaño.

La crisis abierta en el PP por la relación entre la ex secretaria general María Dolores de Cospedal y el ex comisario José Villarejo, en prisión preventiva, se había convertido en un polvorín que amenazaba la paz interna por la que lleva trabajando el líder popular, Pablo Casado, desde el Congreso de julio. Esta crisis ya no se lee dentro del PP en relación con la pelea que libraron Cospedal y la ex vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría durante el mandato de Mariano Rajoy, argumento que había intentado hacer valer la ex ministra de Defensa.

La guerra de egos entre Cospedal y Santamaría no pasaron desapercibidas durante el mandato de Mariano Rajoy y se hicieron más que notables durante la pelea por hacerse con la presidencia del PP tras perder el ex presidente del Gobierno la moción la censura. En estos últimos días, tras el filtrase el audio sobre el encargo de un «dossier» sobre Javier Arenas, Cospedal apelaba la «mano negra» de Sáenz de Santamaría para explicar que el caso estallase precisamente ahora. Soraya Sáenz de Santamaría controlaba a los servicios de inteligencia y su director, Félix Sanz Roldán, acabó muy enfrentado con Villarejo, por lo que Cospedal sostenía en el entorno del PP que la vicepresidenta podría ser la responsable de las filtraciones.

Sin embrago, los nuevos audios han acabado por pasarle factura y no le ha quedo otra que anunciar su retirada de los organos de poder del partido. Eso sí, de momento, seguirá en su escaño.

Fuente: La Razón

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