Los empresarios, preocupados por la "obcecación" de Puig con los conciertos

Preocupación y molestia. Son las sensaciones que se han extendido entre muchos de los empresarios valencianos ante el anuncio realizado el pasado martes por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, de que en abril se empezará a negociar la reversión al sistema público del departamento de salud de la Marina Alta, en el que se incluye el hospital de Denia.

Se da la circunstancia de que este centro estaba a punto de ser comprado en su totalidad por Ribera Salud, empresa que posee el 35 por ciento de las acciones de este centro, y que es también la propietaria del hospital de Alzira, buque insignia del modelo de colaboración público-privada en materia sanitaria.

«No gusta la obcecación de la consellera de Sanidad con este modelo», aseguraban ayer desde círculos empresariales. Además, añadieron estas mismas fuentes, la cuestión es cómo piensa desembolsar la Generalitat la cantidad necesaria para convertir en públicos los centros de la Marina Alta, si cuenta con una elevada deuda referente a los conciertos sanitarios. Consideraron que de esta manera se está pagando dos veces por un mismo servicio.

Aunque el Consell de Ximo Puig mostró desde un inicio que una de sus bases -de hecho está incluida en el Acord del Botànic- era la conversión a público de todo el sistema sanitario valenciano, no ha sido hasta ahora, que ya empiezan a moverse las fichas, cuando han saltado todas las alarmas.

En el caso de Ribera Salud la preocupación es más que comprensible, puesto que esta empresa está presente en cinco hospitales de la Comunitat que, según las intenciones de Puig, podrían seguir los mismos pasos que el centro de Denia.

El jefe del Consell explicó el martes que ha pedido a los consellers de Sanidad y de Hacienda que inicien las conversaciones con la empresa DKV -propietaria del 65 por ciento del hospital- para conseguir esa reversión, algo que, a su juicio, es «absolutamente necesario» y debe hacerse «garantizando el interés general de los valencianos», porque no se pueden «despilfarrar» recursos que no se tienen.

La voluntad del Consell es que ese departamento de salud sea el primero en revertir la gestión al sistema público, pues «es donde se ha evidenciado más que el sistema de la privatización no ha funcionado» y existe «un sentir muy mayoritario» en la población y en las instituciones locales en ese sentido.

Indicó que todavía no hay fecha para iniciar esas negociaciones, pero se producirán en las próximas semanas, y en cualquier caso en el mes de abril. Admitió que una de las vías de acceso sería la adquisición de las acciones de DKV en la sociedad Marina Salud, si bien se trata de «una de las posibilidades» de las varias que existen, como una expropiación.

Source: Comunitat Valenciana

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