Los escolares navarros tendrán «juegos eróticos» en los colegios

Los profesores de todos los centros educativos de Navarra –ya sean públicos, privados o concertados– deberán fomentar entre sus alumnos de Infantil y 1º de Primaria «el reconocimiento de la sexualidad infantil» así como «despenalizar la vivencia de dicha sexualidad en la escuela». Es decir, que obliga a los docentes a no mitigar la curiosidad de los niños en aspectos sexuales y a no prohibir los juegos eróticos que se puedan dar entre ellos.

Así lo determina el programa «Skolae, creciendo en igualdad», diseñado con el objetivo de crear espacios educativos «libres de violencia y de sexismo». Este itinerario educativo puesto en marcha por el Gobierno cuatripartito de la nacionalista Uxue Barkos será de obligado cumplimiento en un plazo máximo de tres años, lo que ha levantado ampollas entre muchas familias que reclaman su derecho a elegir cómo y cuándo quieren que sus hijos sean educados en las relaciones afectivo-sexuales.

La crítica más compartida es que este programa está impregnado de ideología de género, pues los menores deberán aprender, por ejemplo, que existen «múltiples sexualidades» entendiendo que la identidad sexual es una construcción social, en el que algunos pueden identificarse como binario, no binario o ninguna y que estos cánones o modelos son una «imposición de unas pautas estéticas que se convierten en formas de violencia». Además, se les enseñará en los colegios a diferenciar los diferentes modelos de familias existentes en la actualidad: las compuestas por hombre y mujer, lesbianas, gays, transexuales y bisexuales. Y se obligará a visibilizar el movimiento LGTB entre el alumnado.

De la misma forma que aprenden las vocales, a sumar y a restar, los niños de infantil y primaria tendrán que analizar los cuentos y las canciones para detectar posibles desigualdades. «Cambiar el sexo de los personajes de los cuentos y hablar sobre ello» es una de las actividades propuestas.

En la introducción de «Skolae» se establece que uno de los principales objetivos es erradicar desde la niñez la violencia contra las mujeres. Pero lo hace implementando un pensamiento único. En este punto, sorprenden ciertas afirmaciones como que «en su reconstrucción burguesa, el amor romántico ha sido definido desde la heterosexualidad» y que en torno a él se configuran una serie de creencias que «favorecen la tolerancia a los comportamientos abusivos». En los colegios de la Comunidad Foral, los profesores tendrán que instar a los alumnos hombres a cuestionarse su propia masculinidad y a «someter a crítica los privilegios de los que disfrutan».

Frente a la oleada de críticas que ha generado este programa por imponer una única forma de entender la igualdad de géneros y la sexualidad, los socios del gobierno navarro (Geroa Bai, Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra) cerraron filas en torno a la necesidad de poner en marcha un itinerario de este tipo en los centros educativos ya que, dicen, «son contenidos fundamentales hoy que hay transmisión de enfermedades sexuales, que sigue habiendo un repunte del Sida, que las relaciones sexuales se llevan a cabo sin protección y sin seguridad, y que la violencia machista crece».

Fuente: La Razón

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