Los historiadores denuncian: «El nacionalismo catalán ha robado hasta el color amarillo»

La Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid acogió ayer la presentación de la asociación «Historiadores de Cataluña», cuya existencia fue calificada por el profesor titular de Historia del Derecho de la URJC y director de LA RAZÓN, Francisco Marhuenda, como de “anomalía”. Pese que la Historia haya estado a lo largo del tiempo “más unida a la política que a la metodología científica, como demuestran la enorme cantidad de documentos medievales falsificados o la relación de cónsules que los antiguos romanos decían estaban falsificados”, hoy hay, señaló, “metodología más que suficiente para llegar a conclusiones científicas”. De ahí que el historiador señalara que “falsificar la historia en 2018 es algo impresionante”.

En este sentido, el profesor titular de profesor titular de Historia del pensamiento y de los movimientos sociales y políticos de la UCM, Jorge Vilches, señaló que en Cataluña los nacionalistas “se han inventado una comunidad, han creado una historia falsa y hasta se han apropiado del color amarillo”. Vilches, quien hizo hincapié en el proceso de nacionalización de las masas consustancial al nacionalismo, como ya se vio en otros países como Alemania, quiso aclarar que la crítica al nacionalismo catalán no presupone ser nacionalista: “al nacionalismo hay que criticarlo siempre, porque recorta libertades y derechos”. Vilches recordó que el nacionalismo “se convierte en una religión civil, con sus mitos, santos laicos, mártires y hechos gloriosos. Así, quien no comulga con dicha religión es un traidor que merece el repudio, la muerte civil, porque es enemigo del pueblo”.

El ex presidente de la Comunidad de Madrid, escritor y economista Joaquín Leguina hizo, por su parte, hincapié en los mitos del nacionalismo catalán, resaltando que “España ha sufrido durante muchos años el esencialismo histórico”, recordando a los historiadores que “tenéis la obligación de hundir el barco del esencialismo”. El profesor de Historia del Arte en la Universidad de Léridad, Alberto Luque, resaltó, en este sentido, la responsabilidad de los historiadores en la separación entre historia y política- “Algunos falsifican la historia por motivos ideológicos. Lo hacen al servicio de un propósito criminal, como es la desintegración de la nación española”, concluyó.

Fuente: La Razón

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