Los Jaime I lanzan un órdago a las empresas: la ciencia necesita más apoyo

La de ayer fue una ceremonia especial, cargada de simbolismo pero también de cierto hartazgo reivindicativo. El mundo de la ciencia lleva décadas reclamando más atención y más presupuesto, pues, aparte de contadas excepciones, el mundo empresarial y la Administración pública les ha dado la espalda. Ayer, los Premios Jaume I cumplían treinta años de vida, así que sus promotores consideraron que era la ocasión perfecta para desafiar a los empresarios a apostarlo todo por la investigación.

El presidente de la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados y de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), el magnate naviero Vicente Boluda, pidió a los empresarios que se «comprometan con hechos» en apoyar la ciencia y el emprendimiento, pues son los que permitirán «verdaderos desarrollos».

Así, volvió a insistir un año más en la necesidad de un «gran pacto que haga que responsables públicos, universidades, ecosistemas de innovación, empresarios y agentes sociales sepan que la prioridad es aumentar el número de investigadores, fomentar la transferencia de conocimiento y crear más empresas que la aprovechen».

En el mismo sentido se pronunciaron los premiados. En su nombre, María Vallet (Investigación Básica) advirtió de que la ciencia, la tecnología y la innovación son «continuidad y riesgo sostenido» y ven sus frutos «en el largo plazo». Defendió que la empresa «hace posible que el nuevo conocimiento se convierta en bienestar futuro para la sociedad. Los dos son necesarios y complementan sus objetivos». No olvidó mencionar el papel de los jóvenes investigadores y emprendedores. «Son el futuro».

«La ciencia está apoyada, pero podía estar más», lamentó por su parte el Premio Jaime I de Nuevas Tecnologías, Ramón Martínez-Máñez. Se conformaría con recuperar los presupuestos que había antes de la crisis, y aunque admitió que la inversión del dos por ciento del PIB todavía es una quimera, abogó por que «debería llegar».

Enrique Silla (premio Emprendedor) apuntó, por su parte, que, gracias a las tecnologías desarrolladas en Europa, es el momento de que las empresas recuperen la producción deslocalizada a los países asiáticos durante los últimos años.

Además de los galardonados, el protagonista de la jornada fue el Rey Felipe VI, que en esta ocasión presidió la ceremonia sin la Reina. El monarca, tras agradecer a los galardonados que sean «referentes para la juventud sobre la forma de conseguir realizar un proyecto personal con éxito», aprovechó la ocasión para hacer un llamamiento a la ciudadanía para ser conscientes de la trascendencia que supone celebrar 40 años de una Constitución que representa «democracia, libertad y progreso», por lo que pidió «preservar y enaltecer» sus valores, «más aún en tiempos de incertidumbre».

En cuanto al asunto que ayer le llevó a Valencia incidió en que el impulso a la actividad investigadora y al mayor grado de bienestar de los países es «algo evidente, pero que demanda y exige el máximo apoyo social y político».

«Para que lo urgente no oculte lo importante, es preciso que la sociedad disponga de los instrumentos y herramientas que serán necesarios en los próximos lustros para afrontar con eficacia los futuros desafíos».

Dotados con 100.000 euros, los premios de 2018, elegidos por un jurado formado por dieciocho premios Nobel, han sido, además de Vallet, Martínez-Máñez y Silla, Xavier Freixas (Economía); Dolores Corella (Investigación Médica) y Íñigo Losada (Protección del Medio Ambiente).

Fuente;: La Razón

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