El activista ruso Piotr Verzilov, miembro del grupo Pussy Riot, muestra síntomas que encajan de forma «muy probable» con la tesis del envenenamiento, según uno de los médicos que le atiende en un hospital de Berlín, donde Verzilov permanece en la unidad de cuidados intensivos.
«Es muy probable que fuese envenenado», ha afirmado un médico del hospital Charite durante una rueda de prensa. En este sentido, ha dicho que no se le ocurre ninguna otra explicación para la situación del joven activista, cuya vida ya no corre peligro pese a que sigue desorientado.
Los médicos han explicado que el paciente sufre síndrome anticoligérnico, una condición que implica el bloqueo de ciertos neurotransmisores y que puede ser consecuencia del envenenamiento.
Verzilov fue evacuado a Berlín el pasado sábado, después de sufrir pérdidas repentinas de visión, oído y capacidad motora, según fuentes de su entorno. Pussy Riot denunció en un primer momento que había sido envenenado, sin señalar a nadie como presunto responsable.
El activista Jaka Bizilj, que gestionó el traslado de Verzilov a la capital alemana, ha afirmado que el paciente sigue sufriendo alucinaciones, aunque «mejora cada día».
Por su parte, la exmujer de Verzilov, Nadezhda Tolokonnikova, fundadora de Pussy Riot, ha considerado lo ocurrido «probablemente» como «un intento de asesinato». «Nadie que participe en actividades políticas en Rusia puede sentirse seguro», ha avisado durante una rueda de prensa.
El pasado 15 de julio, Verzilov, de 30 años, saltó junto a otras tres activistas al campo del estadio moscovita donde se jugaba la final del Mundial de fútbol. La protesta les valió 15 días entre rejas y una prohibición de tres años para asistir a eventos deportivos.
Reuters/Ep
Fuente: La Razón