«Un toro no deja de ser una masa de 500 kilos que actúa como un camión fuera de control, arrollando todo a su paso». Con este símil explica el doctor Rafael Romero las semejanzas entre una herida o trauma provocado por un accidente de tráfico, de aquellos que causa un animal de estas características y talla.
No obstante, más allá de la gravedad de la lesión, poco o nada tienen que ver unas con otras. «Para empezar, todas las heridas por asta están infectadas y presentan varias trayectorias, lo que hace la herida muy complicada».
Debido a la especificidad de estas heridas y atendiendo a la adaptación al Decreto 31/2015 del Consell donde se establecen los criterios necesarios para la asistencia a los festejos taurinos, el Colegio de Médicos de Valencia impartió días atrás un curso para formar a los galenos que asistan en los «bous al carrer».
Romero, coordinador de estas jornadas, destaca la importancia de esta formación reglada como un avance muy importante en este ámbito. «Durante muchos años no ha existido ninguna formación específica y el médico debía solucionar situaciones de peligro en ocasiones sin los medios ni la preparación adecuada».
Source: Comunitat Valenciana