A pesar de que diversas voces se han alzado en los últimos días pidiendo «un gesto de humanidad» a la Justicia, todo parece indicar que los preocupantes informes clínicos sobre el estado de Salud de Zapalana no lograrán atenuar en nada su situación penal. El ex presidente de la Generalitat y ex ministro pasará ingresado en el hospital de La Fe como mínimo las fiestas Navidad tras las complicaciones en su estado de salud que se han producido por la leucemia que padece, según confirmaron a Efe fuentes sanitarias. Precisamente ayer un medio local, «El Periódico de Aquí», publicó el último informe remitido al citado Juzgado por parte del jefe de Hematología de La Fe donde advierte del riesgo «potencialmente mortal» que corre Zaplana con los síntomas que presenta a raíz del empeoramiento de su salud que se ha producido en los últimos meses.
Ayer lunes se cumplieron siete meses de la orden de ingreso en prisión incondicional y sin fianza en la cárcel de Picassent de Eduardo Zaplana por parte de la titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia a raíz del caso Erial, donde figura como investigado (antes imputado) por su presunta implicación en delitos de cohecho, blanqueo de capitales, malversación y prevaricación.
Su mujer, Rosa Barceló –también investigada en esta causa cuyo sumario sigue declarado secreto–, remitió una carta de Zaplana en la que este proclama su inocencia, niega haber cobrado comisión alguna y asegura que es «imposible» que se fugue porque su intención es demostrar que no ha cometido ningún delito y salvar su honor.
El también ex presidente del PPCV y ex directivo de Telefónica, de 62 años, se encuentra aislado en el citado hospital, tanto por su condición de detenido como por su situación sanitaria, por lo que sus familiares no pueden visitarle. El ex político popular está siendo tratado para que el deterioro que sufre, como consecuencia de una leucemia, no sea «irreversible», según explican a Efe fuentes de su defensa. Cada quince días suele acudir desde la cárcel al hospital para realizarse distintas pruebas médicas y recibir tratamiento por la leucemia que padece desde 2015, cuando se sometió a un trasplante de médula. Sin embargo, recientemente ha experimentado un deterioro físico que ha «alarmado» tanto a los médicos de Picassent como a los de La Fe, que han emitido sendos informes «bastante coincidentes».
Fuente: La Razón