Rusia y China se han convertido en prácticamente las únicas potencias que respaldan al régimen chavista. En el caso del gigante del Este la relación se basa más en la venta de armas mientras que con Pekín existe un tridente comercial: obras -tecnogía, energía y prestamos.
El gobierno chino expresó su confianza en la situación política y económica de Venezuela, ante la visita estatal que inició hoy. En esta jornada Nicolás Maduro, firmó varios acuerdos de cooperación ante la crisis que sufre el país.
«China confía en que el Gobierno y el pueblo de Venezuela sean capaces de lidiar con sus asuntos internos dentro del marco legal», señaló el portavoz de Asuntos Exteriores chino Geng Shuang.
Además, consideró que la situación en el país ha mejorado en los últimos meses, pese al continuo éxodo regional, y añadió que el régimen chavista «está activamente promoviendo la reforma financiera y económica».
Maduro puso en vigor hace tres semanas un plan de reformas económicas ante la grave crisis venezolana, con una severa escasez de alimentos y medicinas y una hiperinflación que podría superar 1.000.000%, según el FMI.
Durante la visita de Maduro, que finalizará el 16 de septiembre, el mandatario se reunió con su homólogo chino, Xi Jinping, para firmar dichos acuerdos bilaterales. Además, Xi y su esposa, Peng Liyuan, darán un banquete en honor de Maduro y su mujer, Cilia Flores, y el líder venezolano presidirá el decimosexto encuentro de los comités de alto nivel para las relaciones bilaterales de ambos países.
Respecto el contenido de esos posibles contratos apenas se ha filtrado información Geng únicamente afirmó que la cooperación financiera «beneficia a la población local (venezolana) y está funcionado bien» y «sigue los principios de respeto mutuo, en línea con las normas internacionales».
Sin embargo y según ha filtrado la consultora local Ecoanalítica, Maduro podría volver con un nuevo crédito de 5.000 millones de dólares y la ampliación por seis meses del período de gracia para el servicio de la deuda,
En los últimos meses, China se había mostrado reacia a continuar con el apoyo financiero para proyectos de desarrollo en Venezuela, un país que dilató por años reformas económicas para salir de una larga recesión e hiperinflación. Los escándalos de corrupción donde básicamente el régimen caribeño dilapidó los prestamos de china y no hizo obras, desanimaron al gobierno de Oriente.
La última visita a China de Maduro fue en marzo de 2017. El gigante asiático tiene fuertes inversiones en petróleo y es el principal socio financiero de Venezuela, que ha recibido préstamos chinos por unos 50.000 millones de dólares en la última década, pagaderos principalmente con crudo.
Aún adeuda unos 20.000 millones de dólares, cuyas condiciones de pago, flexibilizadas en 2016, podrían estar sobre la mesa en este viaje que no había sido anunciado previamente.
«Nos vemos dentro de unos días con grandes logros», anticipó Maduro, que sale del país por primera vez desde que denunció haber sufrido un intento de asesinato el 4 de agosto.
Fuente: La Razón