Todo el poder para el presidente Nicolás Maduro y su corte chavista. Controla la Justicia, el Parlamento, el Consejo Electoral y el Ejército, además de las gobernaciones mediante elecciones amañadas y fraudulentas. Tras renovar su mandato en las presidenciales ahora apunta a las alcaldías. Es solo un paso más hacia la dictadura perfecta.
La autoridad electoral venezolana convocó la elección de 4.900 miembros de los 335 concejos municipales del país para diciembre en medio de una renovada amenaza de boicot de los mayores partidos opositores.
Los venezolanos acudirán el próximo 9 de diciembre a las urnas para elegir 685 concejales mediante listas y 1.703 por el voto nominal, que incluye a principales y suplentes, anunció la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, en una rueda de prensa.
También serán elegidos otros 69 concejales en representación de las comunidades indígenas, se indicó. La postulación de candidatos se realizará a través de internet entre el 10 y el 19 de septiembre. Los actuales concejales, elegidos en 2013, tienen vencidos sus periodos desde diciembre de 2017.
Los comicios fueron finalmente convocados mediante decreto de la Asamblea Constituyente, integrada en su totalidad por el oficialismo y considerada ilegítima por los adversarios del presidente Nicolás Maduro.
Lucena comentó que 15 organizaciones políticas nacionales que participaron en los comicios presidenciales del 20 de mayo están habilitadas para postular candidatos, así como 19 partidos regionales.
Las organizaciones políticas que no participaron en esas elecciones, en tanto, deben «ir de nuevo a la renovación de sus nóminas» para relegitimar sus partidos. El CNE –que también controla el oficialismo– contempla que las organizaciones políticas para competir en cualquier consulta electoral deben haber participado en las elecciones inmediatamente anteriores en el ámbito nacional, regional o municipal. En caso contrario deben relegitimarse recaudando firmas equivalentes al 0,5% del registro electoral. En conclusión: El camino está asfaltado hacia una nueva victoria chavista.
Los comicios presidenciales del 20 de mayo, en las que Maduro logró la reelección por un nuevo periodo de seis años, estuvieron signados por cuestionamientos locales e internacionales y el boicot de los principales partidos opositores, que alegaron la falta de condiciones para garantizar una elección justa y transparente. Portavoces de partidos opositores, entre ellos el socialdemócrata Acción Democrática, han adelantado que no van a inscribir candidatos en los venideros comicios de concejos municipales.
En las elecciones de alcaldes el 10 de diciembre de 2017, que también fueron boicoteadas por los grandes partidos opositores, los candidatos del gobierno ganaron 305 de las 335 alcaldías que estaban en disputa.
Tras las municipales seguramente Maduro fije nueva fecha para las legislativas. De esta manera pretende acabar con el último bastión opositor, la Asamblea. En cualquier caso el parlamento hace tiempo se encuentra atado de manos, después de que el Supremo mermase sus competencias y el gobierno crease en paralelo la Asamblea Constituyente, capaz de “reinar” por encima de cualquier estamento.
Fuente: La Razón