El periodista y ex preso político Sergio Contreras es uno de los miles de venezolanos residiendo en España que acudirá mañana a la manifestación convocada a las 19:00 en la Puerta del Sol. Contreras, que estuvo durante 60 días en la temida cárcel de Ramo Verde,
¿Se espera que sea tan masiva como la del 23 de enero?
Los venezolanos están absolutamente movilizados. No solamente en Madrid sino en más de 190 ciudades. Esperamos que la manifestación sea masiva y queremos que sea del mismo tamaño a la de la semana pasada.
¿Cuántos venezolanos viven en España?
Son más o menos 400.000 venezolanos, de los cuales, aproximadamente, unos 150.000 tienen doble nacionalidad. Sólo en Madrid hay más de 50.000 venezolanos, por eso sabemos que la participación va a ser masiva. Sobre todo porque Venezuela está viviendo una etapa en la que se está reinstalando una esperanza que está movilizando a los venezolanos. No es menos ciertos que los primeros actos del Gobierno de Juan Guaidó están motivando a muchísimos venezolanos dentro y fuera del país para abrirle las puertas a la democracia.
Hoy se ha publicado una encuesta en la que el 81% de los venezolanos reconoce a Guaidó como su presidente interino, ¿es similar el respaldo en España?
Tenemos absolutamente claro que, a excepción de una pequeña parte del personal diplomático, porque sabemos que dentro del Consulado hay un gran malestar producto de meses sin poder cobrar, debido a una política internacional que ha dejado a la deriva a los cónsules y embajadores, pues conocemos que solo una pequeña cantidad del personal diplomático está a favor de Nicolás Maduro. La inmensa mayoría de los venezolanos en Madrid, en más de 95%, están con este proceso de cambio y transformación. Solo muy pocos, favorecidos por los negocios del Gobierno, que hicieron grandes cantidades con la corrupción y el lavado y se instalaron aquí. Pero son tan pocos que no significan nada porcentualmente. Con lo cual, se puede decir que la casi absoluta mayoría de los venezolanos en España están absolutamente convocados por el proceso de paz y transformación democrática en Venezuela.
Ya ha habido nombramientos de personas que harán las veces de «diplomáticos» en Estados Unidos, como es el caso de Carlos Vecchio. ¿Qué sucederá en España? ¿Habrá nombramientos por parte de Guaidó?
Nosotros vamos a hacer un llamado para que se plieguen a las garantías y protección que ofrece la ley de Amnistía. Personalmente he ido a la sede del Consulado y he mandado mensajes directos tanto a los cónsules como al embajador. ¡No desperdicien su larga carrera diplomática para defender un proceso que ya caducó! Que se pongan del lado de la Constitución y del Gobierno de transición, para que una vez en ese lado, se arropen con las garantías de la ley de Amnistía y con ello puedan seguir representando a la República fuera del país. Todos aquellos que no lo hagan, que decidan seguir apostando por la dictadura, en breves días, cuando ser reconozca a Juan Guiadó como presidente, Guiadó nombrará indefectiblemente a la representación consular y diplomática. Por ejemplo en España, las autoridades españolas tendrán que solicitar las acreditaciones y, al no tener las credenciales diplomáticas, lo que procedería es que esos gobiernos terminen por invitarles a retornar a su país de origen, a Venezuela. Si en algún caso se ha generado alguna malversación de fondos o uso inadecuado de la renta consular, tendrán que enfrentarse a la Justicia.
Digamos que este lunes, cuando España reconocerá a Guaidó como presidente interino de Venezuela, si el personal diplomático a su vez, no lo hace, ¿podrían abandonar el país por no ser los representantes diplomáticos de Venezuela?
Es correcto. No tendrían ninguna acreditación para actuar en representación de la República y el Gobierno de España debería solicitarles de manera inmediata a los cuatro cónsules y al embajador que presentasen sus credenciales ante La Moncloa. Y, al carecer de ellas, el Gobierno de Pedro Sánchez, respetando todos los acuerdos y tratados internacionales, los invitase a abandonar el país en un plazo de 48 o 72 horas. Eso sí, el personal consular y diplomático debe saber que el Gobierno de transición les estamos tendiendo la mano. Sus hijos y sus nietos son nuestros hijos y nuestros nietos. Nuestra mano está tendida para que se pongan del lado del pueblo y la Constitución. Nunca vamos a cerrar el puño ni contra ellos ni contra los militares ni contra ningún hermano venezolano. La democracia guía sus pasos.
Me asombran sus palabras tan magnánimas, sin sed de venganza que vengan precisamente de usted, quien fue injustamente encarcelado y pasó librado de su libertad 60 días en una de las peores cárceles de Venezuela.
Yo conozco ese monstruo por dentro. Yo sé cuál es el aroma de la represión y la dictadura. Yo no quiero que ningún hermano venezolano, ninguno, sienta ese mismo aroma. Yo no quiero que nadie vea el reflejo de ningún barrote, de una celda, en sus ojos, y que su familia no tengan que visitarlo en una prisión. Porque yo lo he vivido y conozco el sufrimiento de mi familia. No quiero eso para mi país. Quiero que Venezuela se pacifique e inicie un proceso de transición fraterno. Un proceso en el que nadie vea la cara de otro como enemigo. Sino como hermanos reconstruyamos las bases de la democracia, reinstalando los poderes públicos, la paz y la concordia. Venezuela no merece un día más de sufrimiento, de dolor, de verse como enemigos. Tenemos que retomar el camino de la paz y eso solo lo podemos hacer con la ley de Amnistía, el perdón y la justicia. Eso no quiere decir que vayamos a perdonar a aquellos que hayan violado los derechos humanos. Si no se han violado los derechos humanos y si apoyan esta causa que es un clamor popular, van a contar con un gobierno garantista y legalista con los derechos de los venezolanos. En Venezuela ha llegado la hora en la que la concordia y la paz sea lo que reine para nunca más vuelva a ningún proceso de conflicto.
Fuente: La Razón