El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y su homólogo murciana, Pedro Antonio Sánchez, dejaron de lado ayer sus discrepancias políticas para unirse en la reclamación ante el Gobierno central de asuntos que consideran de extrema importancia para sus regiones. Así, coincidieron en la urgencia del trasvase Tajo-Segura, del criterio poblacional en la nueva financiación autonómica, así como en la defensa conjunta del Corredor ferroviario Mediterráneo.
La sintonía fue evidente en materia hídrica, ya que ambos creen que es el momento de acabar definitivamente con las guerras de agua. Esa cuestión no debería estar permanentemente siendo objeto de enfrentamiento entre comunidades, declararon en alusiones a la posición contraria del presidente castellano-manchego, Emiliano García-Page. «Somos gente de paz y acuerdo y poco guerreras», explicó Puig, quién recalcó que el agua no puede ser objeto de confrontación y el trasvase del Tajo es un instrumento «fundamental que vamos a defender y que queremos que continúe».
Source: Comunitat Valenciana