Nino Bravo
1944 /// 1973
Cantante
DE FONOGRAM A AMÉRICA
Nino Bravo y la Coca-Cola. Dicen por las calles de Aielo de Malferit que éstas son sus dos grandes exportaciones. Mientras que la cuestión sobre el origen del refresco, a pesar de los insistentes rumores e infinita hemeroteca, está por probar, es indudable que el intérprete sí se ha convertido en el gran símbolo de la Vall d’Albaida. La voz de toda una región. «Los lunes devoro los periódicos para conocer el resultado del Valencia, que es mi equipo». Con estas palabras se presentaba Bravo ante el público español en el mítico programa ‘Pasaporte a Dublín’, donde luchó por convertirse en el representante de España en el festival de Eurovisión. Finalmente, la diosa fortuna no lo quiso así, siendo una joven y todavía desconocida Karina quien recibiera los preciados ‘12 points’ de los televidentes y su boleto dorado con rumbo a Irlanda.
No le fue mal, de todos modos, al cantante valenciano. La medalla de plata obtenida en el concurso de Televisión Española, en pleno auge apenas tres años después de la victoria de Massiel y su archiconocido ‘La, la, la’, le valió el reconocimiento nacional que ansiaba desde sus inicios, catapultando así su carrera. El impepinable poder de la pequeña pantalla encendió con vigor la llama de su popularidad, una mecha que lanzó sus primeras chispas en marzo de 1969, cuando su exitosa presentación en el Teatro Principal de Valencia resultó en la firma de su primer contrato discográfico. Un viaje directo al estrellato sin pausas ni peajes: de la calle de las Barcas a Fonogram.
Aunque poco tenía que ver su mayor éxito con el régimen franquista, lo cierto es que su canto a la vida fue un verdadero golpe de efecto en una España todavía en blanco y negro. Con ‘Libre’ alcanzó la gloria. La canción, convertida hoy en casi un himno, fue compuesta por José Luis Armenteros y se inspiró en la trágica historia de Peter Fechter. El obrero alemán intentó cruzar el muro de Berlín en 1962, junto a su amigo Helmut Kulbeik. Mientras que el segundo lo logró, Fechter recibió un disparo desde el lado oriental que puso fin a su vida. Una cruda historia poco frecuente en la radiofórmula que se suma al resto, aunque no por ello menos importantes, de sus ‘hits’, como son ‘Noelia’, ‘Un beso y una flor’ o ‘Te quiero, te quiero’, que le valieron el estatus de estrella del pop cuando ni siquiera estaba muy claro que era esa cosa llamada cultura pop.
Éxito tras éxito, se convirtió en el rey indiscutible de la canción ligera. De Valencia al mundo, Nino Bravo llevó con orgullo el nombre su tierra por numerosos países de América Latina, donde cosechó un sinfín de números uno. Sin ruido mediático, el cantante logró hacer de su melodía un auténtico sello de calidad marca Comunitat. Hay personalidades que dignifican su tierra y tierras que dignifican a sus vástagos. Él es del primer grupo. Y es que, el de Luis Manuel Ferri Llopis, nombre con el que fue bautizado, es casi un triunfo publicitario. No sólo para él, que también, sino para la Valencia de sus amores. Del mismo modo en el que Paul McCartney es sinónimo de Liverpool y Elvis Presley de Las Vegas, Bravo es logotipo y ‘jingle’ de Valencia, un binomio imposible de separar. Casi sin quererlo, la sola existencia de Bravo ha sido la gran campaña del ‘cap i casal’.
Su amor combinado por su patria y por el mundo del espectáculo le llevó a querer embarcarse en una aventura como ninguna: la apertura de la sala de fiestas Julio Verne, en el barrio de Campanar, un lugar que sirviera de trampolín para otros tantos artistas valencianos. Este sueño, sin embargo, nunca se pudo materializar a causa de su repentina muerte en un accidente de tráfico, cuando apenas tenía 28 años. Incluso después de su fallecimiento, el cantante siguió alimentando las llamas de una carrera que lo convertiría en leyenda. Su álbum póstumo, titulado ‘…y volumen 5’, incluía además una de las canciones por las que el de Aielo de Malferit siempre será recordado: ‘América, América’.
«Tiene una voz potente, rica en matices, dispuesta para interpretar lo trágico con un gran sentimiento y alcanza los matices de ternura que lo clasifican como uno de los cantantes ‘crooner’ o ‘entertainer’ más importantes del país», recogía una de las críticas publicadas en los medios de comunicación tras su presentación en Madrid. Corta pero intensa, su carrera rozó el cielo, una trayectoria que, curiosamente, comenzó en la presentación de la fallera mayor de la Sociedad Coral El Micalet, cuando formaba parte del conjunto musical Los Hispánicos. Porque Nino Bravo no canta a Valencia, es Valencia.
- Luis Manuel Ferri Llopis, ‘Nino Bravo’ (Aielo de Malferit, 3 de agosto de 1944 – Cuenca, 16 de abril de 1973).
- Vivió desde muy joven en Valencia, trabajó en una joyería y empezó a actuar en fiestas del barrio de Sagunto.
- En 1969 empieza a conseguir éxitos con canciones como ‘Te quiero, te quiero’ y ‘Noelia’. En 1970 está cerca de ganar un puesto en Eurovisión.
- Publicó cuatro discos: ‘Te quiero, te quiero’ (1970), ‘Nino Bravo’ (1971), ‘Un beso y una flor’ (1972) y ‘Mi tierra’ (1972). El póstumo ‘… y volumen 5’ incluyó el éxito ‘América, América’.