Ofelia Acevedo y Rosa María Payá: «Pedro Sánchez rendirá pleitesía a Raúl Castro y a su títere»

Ofelia Acevedo y Rosa María Payá han querido presentar el libro de su marido y padre en una ciudad a la que el disidente cubano tenía mucho cariño: Madrid. Ambas culpan al régimen cubano de su muerte en julio de 2012 y se sienten decepcionadas con la comunidad internacional y con España por su tibia postura frente a Cuba. «La noche no será eterna: peligros y esperanzas para Cuba» es un análisis de lo que ocurre en la isla y por qué. Aunque el disidente, como tenía costumbre, también aporta soluciones y reflexiona sobre la búsqueda de la libertad para los cubanos.

¿Qué ha cambiado realmente en Cuba en estos últimos seis años? ¿Está el libro de Oswaldo Payá de plena actualidad?

Realmente, para el reconocimiento de los derechos de los cubanos no ha cambiado nada. De hecho, el libro hace una alerta sobre el “macrofraude”, como llama mi padre, a todo el esfuerzo de la familia Castro y los generales en el poder en Cuba por intentar dar una imagen de cambio sin que cambie nada para la ciudadanía cubana. Y lo estamos viendo con la designación de Díaz-Canel, que no toma decisiones, las toma Raúl Castro; con el anuncio de la reforma constitucional, que reacciona al desafío de Cuba Decide -que es precisamente que el régimen cubano se someta a la voluntad soberana de la ciudadanía- y en lugar de someterse, de preguntarle a los cubanos si quieren un cambio político si quieren elecciones libres, se inventan un texto constitucional que en realidad dice básicamente lo mismo que dice la Constitución actual, que condena a los cubanos a vivir bajo el Partido Comunista a perpetuidad, que prohíbe cualquier cambio del sistema y que quieren llevar a referéndum en febrero, un referéndum que en realidad deja sin opciones a los cubanos, se apruebe o no se apruebe el nuevo texto constitucional, como el proyecto de reforma, dejan al partido comunista único como rector de la sociedad y el Estado, establecen que ese sistema político es irrevocable, permiten el uso de las armas contra cualquiera que quiera cambiar ese sistema político y prohíben cambiar el artículo que dice que el sistema es irrevocable. Por tanto, se apruebe o no se apruebe, los cubanos no tienen la oportunidad de decirle que “no” al Partido Comunista como la única fuerza política en Cuba. Los cubanos no tienen oportunidad de votar por la democracia y el multipartidismo como sí está pidiendo y exigiendo la campaña ciudadana “Cuba Decide”. Todos estos esfuerzos que son todos como una gran “mascarada”, de pretender que pasan cosas , están desmontados y descritos en el libro mucho mejor de lo que yo puedo explicar. Como también está abordada la solución para Cuba y la propuesta estratégica que no pasa por la voluntad de los dictadores sino por la voluntad del pueblo cubano.

¿Cómo está siendo el proceso de votación, la consulta popular para el proyecto de la nueva Constitución?

No hay un proceso de votaciones. El Partido Comunista, de hecho una comisión dirigida por Raúl Castro, escribieron un nuevo texto constitucional que en su esencia se parece mucho a la Constitución actual y anunciaron que los cubanos podían opinar al respecto en Asambleas, páginas web y que esas opiniones se iban a estar recogiendo hasta el 15 de noviembre. Supuestamente está pasando. Sabemos que en las asambleas donde los cubanos se han parado a pedir por ejemplo la alineación del texto o a pedir cambios reales como es abrirse al multipartidismo, algunos han tenido represalias. Las reuniones que se han hecho, fuera de Cuba, han intentado incluso expulsar a aquellos que tienen una visión contraria a lo que dice el texto constitucional. La realidad es que no hay ninguna relación vinculante descrita entre lo que los cubanos opinan y ese texto. La otra realidad es que hasta el día de hoy no se cumplen condiciones en Cuba que hagan creíble o legítimo ningún proceso electoral, aunque sea un referéndum. El referéndum en el cual apruebe o rechace tendrá lugar el 24 de febrero. Pero para que un referéndum sea creíble tienen que darse unas condiciones mínimas como: la posibilidad de hacer campaña antes, para todas las opciones; el acceso a la información, a la prensa; la libertad de expresión; el acceso al padrón electoral; la fiscalización independiente por parte de la oposición, de la sociedad civil; la presencia de observadores internacionales, la presencia de observadores imparciales… Nada de eso tiene lugar en Cuba. Ese referéndum no sólo está viciado de origen -porque deja sin opciones a los cubanos en realidad- ese texto constitucional no solamente es infame en el texto, sino que no nace del pueblo cubano si no del Partido Comunista, de Raúl Castro. Pero además, procesalmente, lo que está teniendo lugar es ilegítimo, no es creíble, por eso la invitación a la comunidad internacional es a que soliciten al régimen cubano, inviten a Cuba a unas condiciones mínimas. A permitir por ejemplo que se pueda hacer campaña si es que ese referéndum va a tener algún vestigio de credibilidad. Hasta el día de hoy no lo tiene.

En cuanto a Díaz-Canel, ¿cómo han visto la transición del poder? ¿Su padre previó algo así después de los Castro? Antes lo llamaban la dictadura castrista, ¿cómo lo tildan ahora?

La Constitución cubana, la actual y el proyecto, las dos dicen que el Partido Comunista es la fuerza rectora superior del Estado. Estoy citando. El jefe del Partido Comunista a día de hoy se llama Raúl Castro. No se trata de cómo valoramos nosotros a la dictadura. Pero incluso si no lo fuese, el mismo Díaz-Canel dijo en su primer discurso como presidente del Estado y de ministros que “las decisiones importantes las iba a seguir tomando Raúl Castro”, públicamente. No es que lo sepamos, es que lo dijo. Y lo repitió prácticamente en Naciones Unidas. Aquí estamos hablando de una familia y un grupo de generales, de un sistema de inteligencia que controla y dirige un país y todos sus recursos. Han implementado “mascaradas” y las seguirán implementando y no son más que eso. Ya sea un cambio en el nombre del presidente del Consejo de Estado o un desfile de Chanel por La Habana. Nada de esto tiene que ver con la voluntad de la ciudadanía. Eso es algo que en democracia se entiende muy bien y la comunidad internacional no debería repetir el mensaje que los dictadores cubanos quieren que se repita. Cuando es tan elemental que los ciudadanos cubanos tienen cero posibilidad de participación. En el momento que los cubanos puedan votar libremente, en ese momento habrá cambios en Cuba. Mientras sean acciones tomadas desde el poder dictatorial, son acciones para perpetuar ese poder. Y eso lo sabe todo el mundo. Es hora de que seamos un poco más sinceros todo.

Su padre trazó asombrosos paralelismos entre la Venezuela de Hugo Chávez y Cuba. Incluso recomendó a los venezolanos a que leyeran su libro para comprender mejor la realidad venezolana…

La deriva de Venezuela tiene ya 20 años y desde el primer momento fue muy clara. En Cuba no sólo se respaldó a Chávez, también se enalteció su figura. La presencia cubana en Venezuela era más más que evidente para todo el mundo. Por eso, la insistencia en que no va a haber paz en Centroamérica ni en Surámerica mientras que el régimen cubano se mantenga en Cuba.

Es un hecho más allá de las similitudes de receta. Entre el “carné de la patria” y la libreta de racionamiento del régimen cubano. El régimen cubano mantiene un Ejército de ocupación y estoy citando al secretario general. Hay decenas de miles de fuerzas de los Castro, de cubanos, en ministerios, en el Sebin, en el Ejército… María Corina Machado denunciaba recientemente que el 60% del territorio nacional está controlado por fuerzas que responden directamente a La Habana. Los esquemas de represión castrista que por cierto se parecen mucho a los de Nicaragua. Además, tiene un objetivo tan obsceno como mantener la cuota petrolera. Cuba vende el petróleo venezolano, los Castro, el grupo de poder en Cuba vive también del petróleo venezolano. La comunidad internacional debe tener claro como tenemos los cubanos, que si queremos estabilidad democrática en la región, debemos empezar por apoyar la democracia en Cuba.

Fuente: La Razón

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