Los manifestantes azul y blanco llegaron ayer a los 317 días de protestas en Nicaragua contra el régimen matrimonial de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Es también el segundo día de la reanudación del diálogo entre la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia -oposición- después de un primer encuentro el miércoles, en medio de la expectación causada por la salida de al menos cien presos políticos, utilizados de nuevo como moneda de cambio.
A través de una conferencia de prensa, el nuncio apostólico, monseñor Waldemar Sommertag -uno de los negociadores-, dijo que se aprobaron nueve puntos de los doce planteados, sin detallar cuáles son.
El propio Ortega anunció el 21 de febrero la voluntad de reanudar el diálogo para restaurar “la paz y la seguridad” en Nicaragua y “abrir una nueva ruta” de entendimiento, tras 10 meses de crisis.
La delegación del gobierno es encabezada por el canciller Denis Moncada, mientras que la opositora ACJD es presidida por el reconocido jurista y ex diplomático Carlos Tünnnermann.
Previo a la instalación de la mesa, el Gobierno liberó a una parte de los más de 700 opositores presos por participar en las protestas que estallaron en abril pasado contra el régimen de Ortega. Se desconoce en qué condiciones jurídicas fueron liberados.
Además los recién liberados, empezaron a narrar los tormentos por los que pasaron. “Me dijeron que me dieron casa por cárcel”, expresó Carlos Valle, uno de los liberados, quien dijo sentirse “feliz” de volver a su hogar. “Es un milagro estar nuevamente aquí”, dijo el profesor Juan Bautista, quien tras llegar a su casa denunció que fue torturado desde el día de su arresto en noviembre pasado.
Por su parte el maratonista Álex Vanegas tan solo pudo disfrutar de su libertad por unas horas. Aseguró que durante los más de tres meses que permaneció encarcelado las autoridades penitenciarias lo encerraron en una galería con unos doscientos presos comunes y tras permanecer varias semanas sin ver los rayos del sol, su visión se afectó.
La libertad le duró poco a Álex, porque el régimen lo encarceló nuevamente ayer por la mañana, cuando volvió a salir a correr “para correr a la dictadura” como suele decir. Su detención fue confirmada por sus familiares.
Fuente: La Razón