Pablo Casado, en LA RAZÓN: «Estoy dispuesto a suprimir los aforamientos, pero todos, los 250.000 que hay en España»

El presidente del PP, Pablo Casado, ha asegurado, preguntado por el director de LA RAZÓN, Francisco Marhuenda, sobre la supresión de los aforamientos que ha planteado hoy el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que “no vamos a morder ese anzuelo. Que quieren suprimir los aforamientos, nos parece fenomenal, pero los 250.000. ¿Qué problema hay? Vamos a suprimir los aforamientos de los políticos que están ahora pero de los temas que se han hecho en política, pero no molesto a los jueces, tampoco a los policías, a los guardias civiles por supuesto tampoco, los de los militares no y entonces, ¿qué? Que se quieren quitar los 250.000, pues me parece muy bien”.

Casado ha hecho estas declaraciones en un acto organizado por este diario, dentro del ciclo “LA RAZÓN DE…” y en el que ha desgranado los cinco ejes fundamentales del que es su programa de Gobierno.

“Si queremos recuperar esos tres millones de votos que ya no están en nuestras filas lo que tenemos que hacer es plantear una España de futuro, vislumbrar qué país queremos para nuestros hijos y sobre todo no preocuparnos por el ruido y no morder los anzuelos que nos ponen cada día. Creo que la apelación a romper los candados del 78 plantea Podemos y que ahora también asume el PSOE, sería un error que acabarán pagando”, ha asegurado el líder del PP sobre los retos de futuro.

“Yo propongo una agenda reformista con cinco bloques: la primera es una agenda reformista que va a cambiar completamente el paradigma de la sociedad y que supone un tren que estamos perdiendo; una revolución fiscal que no pasa por crear un impuesto al diésel, que no pasa por gravar a las tecnológicas. Hemos puesto que se suprima el impuesto de generación eléctrica; una industrialización de España que es fundamental para seguir creciendo y todo esto en un momento en el que los vientos de cola han pasado. Queremos dar también una segunda vuelta a la reforma de la administración del Estado, hay que reformar la función pública haciéndola competitiva. Esto se traduce en competitividad económica audaz, en ambición de país”.

El segundo reto al que se ha referido Casado es el de la educación y para ello propone que la inspección educativa sea eficaz y, si no, “planteo que estudiemos que las competencias en materia de educación estén centralizadas en el Estado. Esto no es centripetar un Estado autonómico, esto es hacer lo mismo que se hace en la administración de la administración de Justicia de las autonomías, que pueden seguir acercando el sistema educativo a su administrado o pagando el coste de los colegios”.

Casado ha dicho que “lo que no puede ser es que el Estado no pueda garantizar que no haya adoctrinamiento, que haya una calidad equivalente en los sistema, que no haya una troncalidad en los sistemas y mucho menos que no haya un acceso del profesorado a nivel nacional”.

«Si no hay lealtad por parte de algunas autonomías para evaluar lo que están haciendo con nuestros hijos, el Estado deberá garantizar esas competencias», ha asegurado hoy Casado, quien ha apostado porque la educación siga administrada por las autonomías, pero con una configuración establecida desde el Gobierno central.

Casado ha advertido de que no se puede vivir con la «endogamia» de que cada comunidad «elija a los profesores por su idioma» y es necesario que el Estado garantice la igualdad del sistema educativo en todo el territorio, algo que considera que cabe con el actual texto constitucional.

El tercer bloque al que se ha referido “para la España del futuro” es el de la sostenibilidad del sistema de bienestar y ha cargado contra el Gobierno por incrementar la deuda pública y aumentar el gasto dedicado al sistema de pensiones. “Es muy difícil que con una edad de jubilación de 65 o 67 años se aguanten longevidades de más de noventa años y esto es anatema para la izquierda”.

El cuarto reto es el de la “geoestrategia mundial” y, al respecto, Casado ha propuesto que tanto el Mando África de EEUU (Africom) como la Sexta Flota estadounidense puedan instalarse en España, aprovechando su posición estratégica, una medida que, además, contribuiría a abaratar el presupuesto de Defensa.

España, ha dicho, tiene que ser una potencia de primer nivel y tiene una situación para serlo, ha subrayado, «al ser una puerta al Atlántico, también al Mediterráneo y estar bien visto en África».

«Nos duele tener que invertir en defensa pero la seguridad y la libertad tienen un precio», ha añadido el líder del PP, quien ha asegurado que propuso «audacia» al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y por eso le planteó esta iniciativa.

No se ha resistido, según sus propias palabras, al «chascarrillo» de las bombas inteligentes a propósito de la polémica sobre la venta de estos artefactos a Arabia Saudí, insistiendo en que estos «baños de realidad» le vienen bien al Ejecutivo «bonito y pacifista» de Sánchez.

Ha aprovechado para criticar «ese buenismo cínico» que cree muy presente en las sociedades europeas, que ponen «peluches» cuando se producen un atropello terrorista o velas en Twitter, pero no quieren entrar en que el yihadismo no mata por error sino por convicción, como hacía ETA, ha afirmado.

En relación al último punto de su programa se ha referido a él, parafresando a Vargas Llosa, como “los nuevos enemigos de la libertad”, en relación al populismo y al nacionalismo. “Las historias más trágicas la han marcado siempre los nacionalismos radicales y los populismos, sean de izquierda o de derechas. Europa está viendo cómo ese fantasma está volviendo a resurgir. Creo que tenemos que tomarnos muy en serio lo que está pasando en materia de nacionalismos y populismos porque la democracia se resquebraja”.

Tras finalizar su intervención, Casado ha respondido a las preguntas del director de LA RAZÓN, Francisco Marhuneda, el director general de Antena 3 Noticias, Santiago González, y de Julián Cabrera, director de Informativos de Onda Cero.

No ha querido entrar en el tema de su máster o de la tesis de Pedro Sánchez, porque ha asegurado que no le gusta hablar de temas personales.

Ha cargado duramente contra la justicia belga que, ha dicho, “se está convirtiendo en una especie de tribunal de tercera instancia para la jurisdicción española. Lo que hoy ha pasado con el rapero Valtonyc es algo que no sé cómo el gobierno no ha ido inmediatamente o a Bruselas o ha llamado a consultas al embajador. Que venga un tribunal de Bélgica a decir a un tribunal español que una sentencia firme por enaltecimiento del terrorismo se puede derogar es algo por lo que no salvo de mi asombro. Así, ¿qué sentido tiene la euroorden y la Europa sin fronteras? El Gobierno está desaparecido. Tanto en el ámbito internacional como en el ámbito doméstico el Ejecutivo tiene que poner orden”.

Preguntado sobre si hay margen para la negociación, ha contestado que “me temo que no. Ya no hay margen. No hay nada que se pueda dar ya en competencias, el pacto fiscal es imposible”.

Preguntado por Francisco Marhuenda por el tema de la supresión de los aforamientos propuesta hoy por Pedro Sánchez, Casado ha asegurado que está de acuerdo, “pero siempre y cuando se eliminen los 250.000. Éste es un tema en el que no vamos a morder el anzuelo. ¿Que se quieren quitar. Pues me parece muy bien, pero todos”.

Fuente: La Razón

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