Podemos castiga a Sánchez y evidencia sus 84 diputados

El bloque de la moción quedó ayer desdibujado en el Congreso de los Diputados. Tras ocho meses de gobierno socialista, Pedro Sánchez vio como los 84 diputados con los que antes sí daban los números para tramitar iniciativas, unidos a los de sus camaradas, no avalaron en la sesión plenaria su principal decreto ley. El socio prioritario, Unidos Podemos, tumbó uno de los siete que pretendía validar, precisamente del que el Gobierno hace bandera, el de la vivienda. Se escenificaba la primera derrota de mayor impacto de Pedro Sánchez en el Congreso hasta la fecha.

En los 40 años de democracia solo se han rechazado cuatro decretos leyes. Pedro Sánchez y el ministro José Luis Ábalos ya tienen su «primer no decreto», como ya tuviera Adolfo Suárez, José Luis Rodríguez Zapatero o Mariano Rajoy. Se producía la primera foto desfavorable a dos meses escasos de que el Gobierno lleve a la Cámara Baja la tramitación del proyecto de las cuentas públicas. No implica que ello sea un paso atrás de Unidos Podemos para aprobar los Presupuestos, pero sí supone la primera llamada de atención al Gobierno, un primer desafío para que el presidente del Ejecutivo tome nota y cumpla a rajatabla el pacto con Podemos, según explicaban ayer dirigentes de la formación morada.

Este decreto solo contó con 103 votos favorables, los del PSOE, PDeCAT, PNV, Compromís, Coalición Canaria y Nueva Canaria frente a los 243 en contra de PP, Unidos Podemos, Ciudadanos ERC, UPN, Foro Asturias y Bildu y una abstención, lo que implica que la nueva normativa que llevaba en vigor un mes quede anulada y vuelva a estar vigente la Ley de Arrendamientos Urbanos de 2013.

El decreto de vivienda era insuficiente para Podemos al no encontrar en él medidas pactadas entre Iglesias y Sánchez en el acuerdo para los Presupuestos Generales del Estado, como la limitación a los precios de alquileres. Para desencallar la negociación y albergar el «sí» de la formación morada, el Gobierno estuvo negociando desde primera hora de la mañana hasta la tarde –cuando se votaban los decretos– para superar el «supermartes legislativo». Finalmente el ministro de Fomento no logró convencer a su socio, un hecho que el Gobierno aseguró que significaba la «mala imagen» de la izquierda, en un momento en el que Partido Popular, Ciudadanos y Vox sí exhiben su capacidad de entendimiento para llegar a acuerdos, como demostraron en Andalucía.

Este decreto tumbado fue el más doloroso para el titular de Fomento, que vio como sus principales apoyos le cerraban las puertas y le recriminaban no tener «valentía» para ponerse del lado de los que «les necesitan», una crítica que llega de la diputada de En Comú Podem, Lucía Martín. El voto independentista en esta ocasión se dividió. ERC votó en contra y PDeCAT a favor. El portavoz de ERC, Joan Tardá, utilizó las mismas palabras que Podemos pero referidas a las medidas antidesahucios. Por su parte, la diputada del PP Ana María Zurita tildó el decreto ley de «suelto y aislado» pues, a su juicio, «espanta» a los agentes del mercado de la vivienda y «estrangula los precios». Desde Ciudadanos, el diputado Miguel Ángel Garaulet tildó las medidas de «cortoplacistas» y evidenció la soledad del Ejecutivo al recordarle que «sus acuerdos con los populistas de Podemos y sus socios le van a votar no».

Aunque a media mañana, cuando ya era evidente que el decreto no saldría adelante, Adriana Lastra, portavoz del PSOE en el Congreso, aseguró que el Gobierno presentaría un nuevo decreto en un par de semanas, el Ministerio de Fomento ha cerrado esa puerta. Fuentes del departamento que dirige Ábalos explicaron que su aprobación resultaría «inviable» dado que tampoco podría incluir la principal reivindicación de Podemos, que se pueda limitar el incremento de los precios de los alquileres. Para hacerlo, dicen, sería necesario tener una estadística oficial sobre precios del alquiler de la que no se dispone todavía. Fomento se centrará a partir de ahora en sacar adelante una Ley de Vivienda con medidas a largo plazo más trabajadas.

El resto de reales decretos, siete, sí salieron adelante gracias a la abstención del Partido Popular y Ciudadanos. El referente a las pensiones fue también motivo de fricción entre Gobierno y Podemos, pero finalmente cedió y votó a favor alegando que «hay algunas cosas que mejorar, especialmente las pensiones por invalidez permanente, pero hay otras que tenemos que seguir peleando como la actualización con el IPC por ley», en palabras de la portavoz parlamentaria Irene Montero. A pesar de que esta formación votara en contra también del real decreto ley sobre liberalización ferroviaria, finalmente fue convalidado. Podemos se abstuvo también en el decreto de herramientas macroprudenciales y medidas urgentes para una transición justa de la minería del carbón, pero sí apoyarán su tramitación posterior como proyecto ley. En cuanto al de retribuciones en el sector público y creación artística, el sentido del voto fue favorable.

Fuente: La Razón

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